Siempre que se hacen estas listas de final de año, uno se suele dejar unos cuantos discos que merecen ser reseñados, aunque no hayan entrado en la lista final. Son esos que hasta el último momento no sabes si meter o no, y los terminas dejando fuera por no hacer un resumen excesivamente largo.
Estos son los míos…
Smith Westerns – Dye It Blonde
Smith Westerns son los que más me ha costado dejar fuera, y hasta casi el último momento estaban dentro. El segundo disco de estos chicos poco tiene que ver con aquel primer elepé de garage lo-fi que no me decía absolutamente nada. Aquí tiran hacia el pop, el glam y el rock setentero de una forma envidiable. Dye It Blonde es un disco repleto de hits, ahí están Weekend, Imagine Pt. 3 o Still New para demostrarlo.
Caveman llegaron tarde, y probablemente esta sea la razón por la que se han quedado fuera. Los de Brooklyn me sorprendieron hace apenas un mes con un disco de indie-rock melancólico donde dejaban ver un especial interés por las melodías pop y la épica contenida. Canciones como Decide y Old Friend han sido mi banda sonora de las últimas semanas, y si los hubiese descubierto antes, hubiesen sido de todo el año.
Supongo que a The Horrors les tengo un poco de tirria y esa será la razón por la que no han acabado entrando en la selección final. Desde luego este Skying lo merece igual o más que algunos de los treinta que están en esa lista, pero la cosa se ha quedado así. Los ingleses son especialistas en mutar en cada disco, y en este tercer trabajo nos dejaban un álbum en el que recordaban a Simple Minds, Echo & The Bunymenn y los primeros Suede. Suyos son Still Life y I Can See Through You, dos de los hits del año.
El último trabajo de Patrick Wolf no ha entrado por una sencilla razón; y es que a medida que pasaban los meses, este Lupercalia del londinense se ha ido desinflando, y no ha llegado tan fresco a final de año como otros. Con todo, el pop de Patricio nos ha dejado una buena colección de canciones como The City, House o ese single tan James llamado Time Of My Life.
Christina Rosenvinge – La Joven Dolores
No sé muy bien la razón por la cual Christina Rosenvinge no ha entrado en la lista final – también estuvo unos días entre los treinta primeros -, ya que este nuevo trabajo de su segunda juventud madrileña, es una joya. La colección de canciones que nos encontramos en este disco es enorme, casi tanto como la lista de colaboradores que se han dejado caer por aquí – gente de Yo La Tengo, Sonic Youth o Benjamin Biolay -, además de su estupenda banda en la que destacan una Boat Beam y el gran Charlie Bautista. Vamos, que se ha rodeado de lo mejor para crear preciosos temas como La Canción del Eco, La Joven Dolores o esa Debut que tanto nos recuerda a la banda de Kim Gordon y Thurston Moore.
Por cierto, en esta lista podría estar perfectamente el debut de Washed Out, pero como estuvieron a punto de cerrarme el blog cuando lo puse hace unos meses, lo he dejado fuera. Además, su concierto no me gusto demasiado.