Me jode mucho que en estos tiempos que nos ha tocado vivir tengas que pensar como la mayoría, que tienes que ser políticamente correcto en todo y que sino es así, eres un auténtico terrorista antisistema y por supuesto, un auténtico extremista.
El mundo, a lo largo de la historia se ha cambiado gracias a gente que no pensaba como los demás, que se negaba a que todo fuera inmutable.
Gracias a esa gente, tenemos cosas que no serían imaginables de otra manera.
Pero ahora, los grandes poderes, quieren que nos aborreguemos, que nos conformemos porque : "¡Es lo que hay!"
¡PUES NO!
Me niego a creer que tenemos lo que nos merecemos, que no es posible mejorar, que es imposible que seamos más justos y equitativos.
Tiendo a ser negativo y bastante derrotista. Supongo que es una manera de autodefensa para no llevarme chascos constantemente.
Pero por suerte, hay esperenzas. Un ejemplo claro es lo que ha acontecido estos días con lo de los desahucios.
Gente en grupos pequeños se empieza a movilizar en todo el Estado, y lo que antes era inamovible para estos penosos políticos que tenemos, resulta que ahora ya se pueden modificar las leyes.
Es muy poco lo conseguido, pero por algo se empieza.
(También es verdad que, por desgracia, hubo que esperar a que hubiese dos suicidios por desesperación para que los dos "grandes" se pusieran de acuerdo)
Hay gente que no se resigna y que lucha por lo que cree que es justo.
Hay gente que no quiere alienarse y decir amén a todo lo que nos dicen los politicastros y radicaloides progubenamentales.
No quiero pensar como los demás sino estoy de acuerdo.
No quiero sentirme como una manada.
No soy un extremista. Los odio.
No soy belicoso. Lo odio también.
Quiero pensar por mi mismo.
No soy mejor que tú por pensar distinto, pero tampoco soy peor.
En mi utopía todos tenemos derecho a discrepar, a ser distintos y a no pensar como los demás.