Esto es lo que me escribe una suscriptora:
Cuando soy disruptiva en insta gano mucho movimiento, personas interesadas que compran y van a mi lista, pero también muchos haters. Esto me agobia, porque tengo que leer comentarios ignorantes hasta semanas después de la publicación y otras lindezas.
Me preguntaba que qué debería hacer. Que si aprovecharlo o mejor pasar desapercibida y dejar los mensajes más polémicos solo para sus suscriptores.
Entonces hice algo muy poco típico en mí. Me metí en instagram. Luego hice la siguiente captura:
Curiosidad: a partir de 100 notificaciones, ig ya no aumenta el contador.
Vamos, que no te puedo ayudar porque no sé de qué me hablas. En la vida he perdido el tiempo en conocer qué es lo que opina de mí un tío que no conozco de nada.
Durante los 4 últimos meses más de tres millones de personas han visto vídeos míos en instagram. Eso ha traído algunas de las siguientes consecuencias:
- Miles de nuevos suscriptores en mi newsletter
- Decenas de miles de euros en ventas
- En más de una ocasión me reconocieron por la calle (esto no sirve de nada pero mola)
- Me han ofrecido decenas de entrevistas
- Me han propuesto decenas de colaboraciones altamente remuneradas (que he rechazado)
Eso es lo que he recibido en mi bandeja de entrada. Por lo visto unos cuantos miles de personas me han llamado fachafrancopantano y otras cosas más halagadoras.
Eso lo sé porque me lo han comentado, yo nunca perdería el tiempo comprobándolo.
Secándome las lágrimas estoy.
Con billetes.
La entrada Me llaman fascista (y cosas mejores) se publicó primero en Luis Monge Malo.