Título: Me llamo Lucy BartonAutora: Elizabeth StroutEditorial: Duomo Editorial, 2016Páginas: 224.
Resumen oficial.
En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice.
En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que recuerdan lo mucho que se aman.
Impresión personal.
A veces nos gustaría dar marcha atrás y poder tener la oportunidad de hacer las cosas que hicimos o que nos hicieron de otra manera. Pero el trabajo de crecer consiste precisamente en darse cuenta de que volver atrás es imposible y que tenemos que seguir viviendo sin intermedio que nos ayude muchas veces a repensar nuestras vidas: lo que fue, lo que es y lo que nos gustaría que fuera. Es curioso, pero las largas estancias en un hospital, al margen de lo insano que significa la enfermedad física, en muchas ocasiones es también un punto de encuentro tranquilo y sosegado donde, si las condiciones físicas lo permiten, se tienen vivencias especiales con tus familiares más cercanos que el día a día no permite.
La relación de Lucy Barton, una mujer que ha conseguido salir de una vida de pobreza predeterminada por su situación social, y de su madre es un poco así. Una relación de cuentas pendientes, de penuria y pobreza extrema pero de un amor sin medida de la una por la otra que nunca las abandonará. Y cuando hay tanto amor, todo lo demás sobra, sobran las palabras y sobra hasta la presencia. Porque Lucy quiere a su madre incluso después de la cantidad de años que han pasado desde que se fue de su casa, unos años en los que no se han visto, su madre no ha contactado con ella nunca y cuando Lucy lo hacía, incluso, notaba que sus llamadas no eran bien recibidas. Pero nada de todo eso ha conseguido a lo largo de los años romper ese fuerte vínculo entre madre e hija. Por ese vínculo está su madre esos días con ella en el hospital, charlando como si nada hubiera pasado, cotilleando sobre las personas que ambas conocían como si les fuera la vida en ello y nunca se hubiera interrumpido su relación.
Por resumiros, Me llamo Lucy Barton es un libro intimista, preciosamente intimista y profundo que me ha tocado un buen "cachito" de corazón. Una lectura que necesita sosiego y calma para paladearla y extraerle el jugo a todos aquellos huecos que no se nombran pero que se leen entre líneas y casi se sienten. Cinco días que son toda una vida para ponerse en paz y cerrar viejas heridas.