Con un estilo cercano, Kike Parra nos ofrece con Me pillas en mal momento una colección de relatos con protagonistas auténticos y dolorosamente reales. El autor aborda todo tipo de situaciones: mudanzas divorcios, muertes, nacimientos y venganzas. Se trata de un estilo prosaico que no deja concesiones a la imaginación, y que recuerda en cierta medida a los personajes de Ford.
Tal vez el mayor acierto del libro sean las situaciones cotidianas que presenta, dando lugar a una narrativa realista y auténtica a la que se están apuntando varios de nuestros autores como Maite Nuñez o Nere Basabe. Es una escritura desnuda, sin concesiones, que narra una situación y deja que el lector juzgue, sin darle pistas para ello. Es un estilo conciso y desnudo que sin embargo, combina muy bien con la temática de los relatos.
Gonzalo Calcedo, autor del prólogo del libro, apunta acertadamente que el volumen presenta notas de Ford, de Carver o incluso de Tobías Wolff. Esta forma descarnada de narrar puede resultar muy americana, pero no por ello es menos efectiva. De hecho, la principal virtud del libro es este lema de “menos es más” a la hora de narrar.
La temática de las historias es muy variada; generalmente giran en torno a parejas con problemas que tratan desesperadamente de encontrar un lugar en el mundo pese al desasosiego que viven. La voz imperante es la primera persona, que da pie a ricos monólogos interiores. También hay una gran presencia del simbolismo cotidiano a través de los objetos. Los animales ocupan asimismo un lugar recurrente en la obra, estableciéndose paralelismos perturbadores con las vidas humanas.
Aunque Me pillas en mal momento sea el primer libro de relatos del autor, ya había resultado premiado en varios certámenes de cuento. Además, el libro tiene la peculiaridad de ser el primer que publica RELEE (Red Libre de Escritura y Edición), una nueva propuesta integrada no sólo por una escuela de escritura sino también por una editorial.