Lo de los
placebos y lo de la
homeopatía es para principiantes. El verdadero
remedio definitivo, el auténtico poder
curativo y mágico está en los
besos. Sobre todo en los de papá y los de la
Maestra Jedi. Pero también funcionan los del
hermano. Cada vez que alguno de los
padawanes se da un coscorrón, busca con la mirada a alguien que le socorra y le
cure. Es entonces cuando empieza el
llanto, y hay que recurrir al
"cura-sana".
"Sana, sana, [muack!] culito de rana. [muack!]
Si no sana hoy, [muack!] sanará mañana [muack!]".
Situación: Media mañana de un martes no hace mucho.
Parque infantil cercano a casa, pequeño, y con árboles que dan
sombra, algo ya indispensable en
Sevilla en estas fechas. Poco concurrido, por no decir desierto. El pequeño
Luke juega en uno de esos
balancines de muelle con forma de animal, y que él sistemáticamente identifica como
foca.
En uno de sus frenéticos
vaivenes se golpea la boca o la nariz con la cabeza de la
foca, y se lleva la mano a la cara antes de romper a
llorar. La pequeña
Leia estaba jugando cerca, conmigo, y automáticamente corre hacia su hermano:
"¡No 'llodes', JavierLuke! ¡Cura-sana!". Y poniéndose de puntillas intenta darle
besos mientras recita completo el conjuro mágico de la
rana y el culito, de cabo a rabo.
Luke se queda unos segundos sollozando, mientras
Leia vuelve
contenta a sus juegos recogiendo palitos y piedras, y de repente, empieza de nuevo con los vaivenes,
foca adelante,
foca atrás,
foca adelante,
foca atrás.
Sonriendo otra vez. No ha pasado nada.
Me quedo
pasmado, mirando la escena con cara de bobo, sin poder dejar de asombrarme de lo que acabo de ver. Si esto no es
magia, o algún tipo de truco
jedi, no sé qué lo será. El místico poder curativo de los
besos, en plena acción. Como le dijo una vez el Maestro Yoda al joven Skywalker:
"La Fuerza está muy arraigada en tu familia". Y acabo sonriendo yo también, casi sin poder aguantarme la
risa.¡Que la Fuerza os acompañe!