Ayer mientras leía la prensa más destacada del día, encontré un gráfico que rompía con lo habitual. Mi ya rutinario hábito a leer noticias sobre la crisis, la corrupción o el independentismo me hizo sentirme atraído por sus datos, que aún siendo actuales, despertaron en mi cierta atención respecto al resto de noticias.
En este caso se hablaba de policías, policías oficiales, no para alabarlos por algún acto heroico ni para criticarlos por otra actuación escandalosa en manifestaciones a pie de calle, sino que esta vez hablaba del número de policías oficiales vigentes en cada país de Europa. Tras una ligera observación y de sacar unas conclusiones precisas pude percibir que
(en construcción).