Otra de las cosas que me ha tenido entretenida una mañana entre unas cosas y otras ha sido la coloración de mi pelo.Ya os conté hace mucho que yo me tiño cada 5 semanas, aproximadamente, en mi peluquera de confianza: es asequible, apañadísima y quien mejor me aconseja en tema de "pelos". Pero claro, con la cuarentena era imposible, así que una de las veces que hicimos la compra semanal (solo salimos o Manolo o yo a comprar UNA VEZ a la semana y con eso nos organizamos), aproveché para hacerme con un tinte.
En Carrefour solo tenían los de Casting Gloss de L'oreal, así que no hubo mucho para elegir.
Además, aproveché para volver a mi tono castaño oscuro habitual porque ya las mechas se estaban poniendo bastante feas.
Os cuento todo el proceso.
¡Vamos al lío!
1. El tinte: características y aplicación.
He mirado en el blog que, como buena bitácora me sirve también de diario y casi de agenda y llevaba sin darme un tinte en casa desde....¡dos mil once! Y la verdad, siempre he tenido la sensación de que es un poco engorro y que, como digo arriba, como mi peluquera es asequible, casi que no me compensa liarla en mi casa. Pero bueno, las cosas como están, os cuento qué tenía mi tinte:⇒ Guantes de plástico ⇒Folleto de instrucciones ⇒Crema colorante ⇒Crema reveladora (se mezcla con la colorante, se agita bien y es la que se aplica, con el mismo pitorrito que tiene el bote) ⇒Acondicionador para el lavado, cuando haya que retirarlo.
En cuanto al precio, suele ser de algo menos de 7 euros, aunque varía según lugar de compra.
La verdad es que la aplicación fue muy sencilla gracias a la boquilla del bote donde va la mezcla. Simplemente fuí separando mi pelo y aplicando en las raíces. Siguiendo las instrucciones, dejé el tinte 15 minutos en raíces, peiné y lo dejé 5 minutos más en el resto del pelo.
2. Resultados: Antes y después.
Seguro que con los lavados bajará un poco y lo mismo alguna mecha vuelve a salir, pero la verdad es que estoy muy contenta tanto a nivel de cobertura como el tono.El ANTES (no mirad si sois muy sensibles) 😆
Además de las raíces oscuras con canas bien visibles tanto en la raya del pelo como en patillas, el color de las mechas, ya casi anaranjado no me gustaba y le daba a mi pelo un aire como de estropeado (que no está, porque justo antes del aislamiento me corté las puntas).
El DESPUÉS:
Además de la cobertura, me ha encantado el color. ¡Me siento "YO" otra vez, como más natural! Tenía miedo de que al volver a un tono más oscuro me viera más endurecida o mayor, pero la verdad es que me veo bien, y en la foto no llevo ni "una gotica de maquillaje".