Mea culpa (y de otros cientos de bloggers emprendedores)
A pesar de que siempre se dice que hay que ser persistente y que emprender no es fácil, esa no es la impresión que dan los referentes, gurús y demás integrantes de este circo (yo incluido).
Estoy cansado de escuchar historias de superación, historias de fracaso que acaban en éxito, historias que gracias a unos cursos o un sistema han cambiado la vida de esas personas.
Y es que esto vende (o supuestamente vende). Nadie quiere comprar algo que no funcione.
Pero esto es falso, o al menos parcialmente.
Las historias de fracaso sin más no se cuentan. Las historias de frustración y de regreso a la vida anterior no se cuentan.
Las historias perdidas no se cuentan.
Solo quería que lo supieras. Que están ahí. Y que es lo más común. Lo que nos cuentan no es la verdad completa. Es solo una parte. La más pequeña. Los casos de éxito son solo algunas excepciones. Los que más venden y por tanto los que más se cuentan.
Por todo esto mea culpa.
Porque yo también estoy en este mundo y no he sabido ni querido contarlo antes. Y muchos nunca lo contarán. Y aunque siempre he querido aplicar la lógica, el sentido común y sobre todo la ética, en la mayoría de las ocasiones nos dejamos embaucar por el egoísmo y por hacer creer que todo es fácil y maravilloso. Y nada que ver.
El mundo está lleno de grandes emprendedores exitosos que no lo son tanto. De gente apasionada por lo que hace, persistente, tenaz, coherente y que aplica todo lo aprendido día a día y que “tan bien” les funciona a otros pero que fracasan y que nunca van a tener éxito.
O al menos el éxito que cada uno tenga en su mente (esto da para otro post sin restricciones).
Pero también están los que a pesar de tener esas mismas condiciones de persistencia, tenacidad… tienen éxito. Pero son los que menos.
Para los que fracasan puede que no fuera el momento o que no lo hayan intentado lo suficiente. Pero también puede que nunca sea el momento ni haya suficientes intentos.
Todo es mucho más complicado de lo que parece. No te dejes engañar ni por mi ni por el resto. Ten claro que todo puede salir mal y que siempre debes de tener un plan b, c, d o e. A veces más.
Lo que está claro es que si no lo intentas con todas tus fuerzas nunca lo sabrás. Y eso también debes saberlo.
Hay sacrificios que solo algunos son capaces de hacer. ¿Eres capaz de estar dos años o más sin vacaciones? ¿Y sin ganar dinero? ¿Eres capaz de arriesgar todos tus ahorros? ¿Eres capaz de dejar de ver la tv para siempre? ¿Eres capaz de no salir los fines de semana? ¿Eres capaz de venderlo todo y cambiar tu vida solo para intentar cumplir tu sueño?
Si no es así no saltes a este mundo. Nada está garantizado a pesar de todo este sacrificio.
Lo difícil está en saber cuando parar o cuando seguir. Y eso nunca se sabe.
El post Mea culpa aparece primero en Borja Girón.