Mediaset cancela `Todo el mundo es bueno´

Corbacho y Pilar Rubio no dejan más que fiambres a su paso

La maldición de Pilar Rubio empieza a ser ya oficialmente una losa bastante pesada para la ex reportera de La Sexta, y es que tras fichar por Telecinco la joven actriz presentadora no ha hecho sino acumular fracaso tras fracaso como si de la carrera de Nicolas Cage se tratase. Pero evidentemente hay que ser justos, Todo el mundo es bueno es un programa infumable por lo que la contribución de Pilarcita representa una parte ínfima de la responsabilidad del fracaso del nuevo talent de Mediaset. Otra historia es Operación Triunfo (donde hace poco fuentes de Mediaset achacaban la culpa a un productor misógino que la tenía tomada con la Rubio, aunque me suena más bien a capote de la cadena), la ya clásica serie patria Piratas, o más recientemente XXS, que desapareció de la misma forma que se estrenó, sin hacer demasiado ruido Todo el mundo es bueno no es más que un refrito Tu si que vales, el talent por excelencia de Telecinco, que tras acabar quemado la temporada pasada este año emergió con fuerza salvando la parrilla de Mediaset atestada de horas y horas de Gran Hermano, con la única novedad con el rostro del hijo de la Pantoja y el fantasma de Risto Mejide (ya sabéis, como la nueva Stacy Malibu: con un sombrero nuevo). La diferencia entre ambos formatos radica en que en vez de artistas al plató, en esta ocasión acudían freaks del más alto nivel llegando a dejar en nada la vergüenza ajena que nos carcomía cuando veíamos el difunto Diario de Patricia. Sin olvidar la gracia de que el público pueda saciar su sed de justicia haciendo bajar la trampilla para que estos pobres bufones caigan al vacío.
De modo que Todo el mundo es bueno se despide de la parrilla con un triste 9,4 % de media y menos de 1.400.000 espectadores. No obstante, todavía habrá quien podrá seguir disfrutando del programa dado que siguen en la recámara seis ediciones grabadas aunque todavía no hay noticia de cómo lo ubicarán en la programación de Mediaset. Sea como fuere, desaparece un monumento a la carencia de nuevas ideas y mediocridad que representa el nuevo programa de la cadena de Vasile, sin olvidar a un José Corbacho que como me dijo una vez mi colega Pablo, debería dedicarse más a perfilar su humor que su excéntrico vestuario.