Es muy frecuente la ligereza médica al prescribir medicamentos. El resultado, frecuente, es el paciente polimedicado innecesariamente. Es el caso de los inhibidores de la bomba de protones. Un informe canadiense reciente revisa el uso de estos inhibidores, y establece un protocolo basado en pruebas para cesar en su empleo. Se puede leer un comentario extenso en este blog, donde se refiere el dato de la prescripción de estos productos sin una indicación clara en aproximadamente la mitad de los pacientes.
En Medicina, un ejercicio profesional éticamente correcto se manifiesta como competencia técnica, y no fiarse de lo que se hace habitualmente, sino someter periódicamente a crítica todas las prácticas médicas.