Es posible que todavía mantengamos en la retina la imagen de un Brad Miller contrariado por la derrota ante los Nuggets el pasado 10 de noviembre, cuando en un típico buzzer-beater le anularon la canasta bajo la atónita mirada de propios y extraños. ¿Por qué a mí? Trent Tucker es la respuesta a esa pregunta.
Kelvin Trent Tucker nació un día como hoy hace 50 años en Tarboro, Carolina del Norte. Escolta de 1'96 metros, fue uno de los primeros especialistas de perímetro que se recuerdan. Completó el ciclo universitario en la Universidad de Minnesota con los Golden Gophers, consiguiendo unos promedios de 12'6 puntos, 3'4 rebotes y 1'9 asistencias. Su fama de tremendo ejecutor desde más allá 7 metros le permitió ser escogido en el draft del 82 en el puesto nº6 de la primera ronda por New York, donde jugó durante 9 años. En los Knicks consolidó su fama, para prolongar durante sus años en la Gran Manzana más del 40% de acierto desde el perímetro, clasificándose incluso entre los cinco primero en porcentaje de triples durante 4 años. Su año rookie casi roza el 47% de acierto.
Tras los 9 años en el Madison pasó a formar parte de la plantilla de San Antonio, y al año siguiente de Chicago, consiguiendo el deseado anillo en año de su retirada con la franquicia de Illinois. Encasillado ya en la fama de microondas exterior, un híbrido entre Vinnie Johnson y Eddie House, para que se entienda, tuvo una más que digna carrera en la NBA como sexto hombre.
De todas formas, Tucker es y será más recordado deportivamente por la regla NBA que lleva su nombre. Corría el año 1990, partido de liga regular entre New York Knicks y Chicago Bulls, Madison Square Garden. Una canasta en el último segundo de Trent Tucker obligó a los jueces a dar la victoria a los Knicks, a pesar de las protestas del equipo de Phil Jackson. Desde entonces la NBA tomó la determinación de invalidar cualquier canasta que se realizara con menos de 3 décimas de tiempo permitido en el marcador, para evitar confusión, y pasó a conocerse como la regla Trent Tucker. Como explica Héctor en su blog de 5contra5, recientes pruebas de laboratorio - usando a Jason Kapono de conejillo de indias - han demostrado que es posible lanzar en menos de 3 décimas, en un casi palmeo a distancia. La patata caliente ahora está en manos de Stern por si decide modificar de nuevo la norma.
Polémicas aparte, Tucker lleva dedicándose a la organización de eventos sin ánimo de lucro en beneficio social. Su fundación es ésta. Todo un detallazo por su parte. Por este empeño, por su trayectoria como profesional, y por su 50º aniversario, muchas felicidades.
Nuestro compañero de baloncestitas le ha querido escribir unos versos dedicados. Muchas gracias por el aporte, Jrusulon:
"Soy Trent Tucker
y nací en Talboro,
pero colegas yo no
fumo Malboro,
el perimetro era mi
especialidad,
ya que anotaba canastas
hasta en la intimidad.
Escolta tirador soy,
y al Madison
en mi cadillac voy,
triples, triples y más triples
y tu que me defiendes
no me repliques"