Médula para Mateo, o para ti. Una reflexión que te hago.

Publicado el 17 noviembre 2013 por Comicpublicidad

Al terminar mi charla en el Tercer Congreso Roastbrief, con el título "La Publicidad Salvará al Mundo" una joven estudiante de publicidad mexicana se levantó y me preguntó a bocajarro:
"Muy bonito, pero ¿Usted qué hace para salvar al mundo?" 
La respuesta directa era obvia. Investigar cómo podemos hacerlo desde nuestra profesión y motivar a los demás a intentarlo. Aunque suene un poco mesiánico y nunca me hayan gustado los apostolados. Pero tampoco era plan de contar con cuáles ONG colaboro de forma particular. ¿O sí? Porque en realidad, aunque la humildad y el anonimato sea una de las virtudes de la verdadera solidaridad, compartir las experiencias y servir de ejemplo es una de las formas más importantes de ayudar a una causa.
Y si somos comunicadores, más
La base de mi charla era el poder de comunicación que tenemos quienes trabajamos en publicidad y marketing al disponer de las técnicas de persuasión y los medios de difusión. Y no sólo a nivel profesional, ya que con el Social Media, todos tenemos cierta capacidad de influencia.
Hasta el punto de que algunos se consideran influencers y viven de ello. Vividores que ponen su capacidad de comunicación al servicio del canapé más caliente. Algo que yo mismo hice hasta que simplemente me harté, y dejé de ser invitado a muchos eventos, por cierto. Gracias.
Y entonces te llega un mail...
Era Fernando Rivero, de la Blogosfera de Marketing:
"En todo este tiempo no te hemos pedido nada en nuestro beneficio, pero ahora queremos que tú nos ayudes a dar visibilidad a un tema que me afecta a título personal.Es posible que hayas oído hablar de la iniciativa #medulaparamateo (www.medulaparamateo.com). 
Pues Mateo es mi sobrino de 4 meses, quien nació con leucemia y necesita un trasplante de médula ósea para poder vivir, y esta iniciativa la hemos lanzando como familia para informar, sensibilizar y fomentar la donación de médula, no para mi sobrino, ya que es imposible hacer una donación dirigida, si no para cualquier de los millones que hay en el mundo con un problema similar."

Visité los enlaces y descubrí que esa capacidad de comunicación estaba siendo usada de forma inteligente para difundir una causa más que digna. Surgida de un problema personal, y convertida en una solución social más allá del egoísmo. Aplaudí, me emocioné con los resultados (al escribir esto, más de 9.000 donantes y decenas de famosos apoyando la campaña), y dejé para cuando tuviera tiempo escribir un post más allá del tuit inmediato.
Y entonces te llega otro mail...
"Algunos ya lo sabéis y otros no; hemos estado los últimos dos meses preocupados con Ester porque tenía muchos dolores en las piernas y en la espalda. De médico en médico, de urgencias en urgencias y de prueba en prueba. Ya esos dos meses han sido bastante cansados. Ella no va al colegio desde hace semanas. No teníamos ningún diagnóstico.Finalmente ayer la ingresaron y en una prueba más, la definitiva, ya nos dieron el diagnóstico. Tiene Leucemia."

Y esta vez quien lo envía es tu prima, y Mateo se convierte en tu sobrina.
¿Y tú a qué esperas?
El mundo es un cubo de basura. Lo sabemos todos. Pero podemos remover la mierda o limpiarla. Y si limpiarla es difícil, podemos empezar por no ensuciarlo más.
Yo era de los que se quejaban por todo. De los que quería cambiar el mundo a base de collejas. Con mis amigos bromeábamos imaginando una agencia de publicidad que se llamara La Gruñeríe™ y que repartiera leña. Pero eso no funcionó.

Alguien (que sabe quién es) me mostró el camino del ejemplo. De hacer las cosas mejor y tener ilusión por ese cambio.
Motivar en lugar de regañar. Potenciar lo positivo en lugar de darle espacio a lo negativo. Generar confianza y no sembrar la desesperanza. Tú eres parte del mundo que quieres cambiar.  Empieza por ti.
Ya sé que a muchos les sonará a coach barato, o pensarán que me he dado un golpe, o como decía el chiste me he tragado un bote de Mimosín. Pero me da igual. Porque desde que sonrío cada día, tenga o no tenga motivos, veo que me devuelven las sonrisas. Y veo resultados.  El Mundo, mi Mundo, cambia. Tal vez, haya que vivir experiencias extremadamente duras a nivel personal para entender que tenemos motivos más que suficientes para hacer las cosas mejor con lo que de verdad importa. Aquí podría contaros las naves que he visto en llamas más allá de Orión, pero ya basta de personalismos.
Como decía María de Villota, no esperéis a tener un accidente mortal para daros cuenta de que podemos cambiar la forma de vivir. Nosotros. Con nuestros medios por pequeños que sean. Porque hoy, más que nunca. El medio es el mensaje. Y si el medio somos nosotros, ¿qué mensaje estamos dando a los demás?
Piensa en lo que haces y lo que dices. Porque con tu ejemplo, puedes llegarle a los demás hasta la médula.

" Que no te digan que no, que no, que no... 
Puedes ser de los que duermen 
o ser de los que despierten 
para hacer de este mundo un lugar mejor. "
Letra completa.