Conseguir una medusa con silicona y células musculares de rata suena a los experimentos de un tal Victor Frankenstein, según nos contaba Mary Shelley. Pero no es ciencia-ficción, es auténtica ciencia. Un equipo de investigadores formado por miembros de la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología Caltech de California ha conseguido obtener un medusoide a partir de estos curiosos ingredientes.
Este trabajo, publicado recientemente en Nature Biotechnology, ha consistido en un complejo proceso de bioingeniería a partir de las células de músculo cardiaco de la rata y la silicona, elegida por sus similitudes con los tejidos de las medusas, se ha obtenido este curioso medusoide, capaz de contestar a estimulos eléctricos dentro de un medio acuoso de una forma sincronizada.
Medusas como estas han sido la inspiración de estos científicos para conseguir dar los primeros pasos hacia un marcapasos más evolucionado (Fotografía: Sara Campos Miranda)
Ciertamente, solo este hecho es todo un avance, pero es solo un primer paso hacia un objetivo más ambicioso: conseguir aplicar esta tecnología a la obtención de órganos musculares humanos. Así, su próximo objetivo es conseguir que este modelo funcione con sus propias señales internas, tal y como funciona un corazón, sentando una más que interesante base para conseguir un marcapasos que no necesitaría baterías, y cuya composición sería orgánica.