Megalosaurus

Por Enrique
El Megalosaurus (lagarto grande) fue, ni más ni menos, el primer dinosaurio de la historia que fue descrito formalmente como lo que realmente fue, y no como un dragón del pasado. Fue hallado en 1818 en Inglaterra, y nombrado y descrito en 1827. El dinosaurio en sí tampoco es que fuese algo espectacular dentro de lo que se puede encontrar en el Mesozoico, medía hasta 9m de longitud por 3’5m de alto, pesaba una tonelada y vivió durante el período Jurásico. Era un terópodo grandecito, y tenía más o menos las mismas características que el modelo de terópodo gigante: una grande y poderosa mandíbula, un cuerpo robusto y compacto, unas patas delanteras pequeñas y casi inútiles, unas patas traseras muy musculosas y una larga cola para mantener el equilibrio con el cuerpo.
Debido a que este fue el primer dinosaurio en ser descrito, todos los terópodos que se encontraron en los próximos años y que tenían un tamaño parecido al de este se nombraban como especies de este género, como le sucedió al Dilophosaurus, por ejemplo. Con este fenómeno, hasta 25 dinosaurios llegaron a llamarse Megalosaurus tal o Megalosaurus cual, hasta que se reconsideró el hecho de que no todos los dinosaurios carnívoros fuesen derivados del Megalosaurus, y este perdió a casi todas sus especies. Hoy día, la especie de Megalosaurus por excelencia es Megalosaurus bucklandi.
Por otra parte, se han encontrado restos del verdadero Megalosaurus en América, Asia y Europa, lo que nos indica que debió de ser un carnívoro bastante común. La dieta del Megalosaurus se debería basar en los saurópodos más pequeños del Jurásico, y otros herbívoros que no sobrepasaran los 15m de longitud, aunque también existe la amplia posibilidad de que este dinosaurio se dedicara a la carroña, debate que no sólo se da en este terópodo. Su mejor arma eran sus fuertes y aserrados dientes, que actuaban como una sierra y eran efectivos contra casi cualquier presa. También es posible que fuera un dinosaurio rápido.