Aunque al comienzo puede parecer una rídicula historia de dos amigas que se graban. En cuanto pasan los minutos te adentras en los conflictos que viven estas jóvenes de 13 y 14 años. Por qué tienen que ir a las fiestas, estar con chicos, relacionarse consumiendo drogas o alcohol. Pero no nos lo venden como algo comercial, quizás esto le de más perspectiva y profundidad. A partir de ahí todo se va convirtiendo en tensión, hasta tal punto que me hizo levantarme del sofá, inquieto. No os esperéis una gran producción, pero sí una historia muy bien narrada. Os dejo, como siempre, una breve sinopsis:
"Megan Stewart (Rachel Quinn) es la clásica adolescente muy popular en su instituto que paga un alto precio para poder ser la más admirada. Tiene problemas en casa, los chicos la tratan como un objeto sexual y sus amigos acuden a ella para ir a fiestas. Todos, excepto Amy (Amber Perkins), su mejor amiga, a quien cuida y protege. Ella es todo lo contrario y, por ello, no gozará de la simpatía del resto. Su mundo cambiará cuando Megan desaparezca tras haber quedado con un desconocido de Internet, Josh". (cajonav.com)