En casa nos gustan muchísimo los mejillones, ya sean solos (cocidos al vapor), con tomate frito (por supuesto casero), con vinagreta, los tigres... Esta vez los he preparado con una salsa diferente que ha hecho que nos comamos dos barras de pan sin darnos cuenta.
No pienses que se trata de una salsa dulce, nada más lejos de la realidad. Es una salsa salada con un toque, muy pequeño, a canela. Yo soy una apasionada de la canela, puedes ver un montón de recetas con ella si haces click aquí.
- 1 Kg de mejillones.- Zumo de medio limón.- 2 hojas de laurel.- 1/2 cebolla.- 1,400 ml de agua.- 100 ml del caldo de cocción de los mejillones colado.- 2 dientes de ajo.- 10 cucharadas de salsa de tomate.- 1 chorro generoso de brandy.- 60 grms de pan del día anterior.- 1/4 cucharadita de canela molida.- 1 cucharadita de perejil picado.- Aceite de oliva virgen extra.- Sal.- Pimienta.
Preparación:
Pondremos a cocer los mejillones, bien limpios; en nuestra cazuela Pyrex junto con el zumo de limón y las hojas de laurel. Una vez que se hayan abierto los apagamos y los pasamos a un cuenco de cristal. Lavaremos nuestra cazuela Pyrex y pondremos al fuego con un chorrito de aceite de oliva para pochar la cebolla picada. Una vez rehogada agregaremos la salsa de tomate y coceremos 2 minutos. Agregaremos el brandy y dejaremos que se evapore el alcohol, incorporaremos el agua y el caldo de los mejillones. Añadiremos el pan troceado y coceremos durante 8 minutos. Trituraremos con ayuda de la batidora. Agregaremos el agua troceado muy finamente, si tenemos prensa ajos lo utilizaremos, el perejil bien picado y la canela. Pondremos el caldo a cocer otros 5 minutos. Añadiremos los mejillones y lo tendremos 1 minuto más al fuego. Servir inmediatamente.