Mejillones al vapor

Por Cómocomo


Sabrosísimos, muy nutritivos y bajos en calorías...

Dificultad: Mínima

Tiempo de preparación aproximado: 15-20 minutos
INGREDIENTES
  • 1kg. de mejillones frescos
  • 5 ó 6 bolas de pimienta
  • 1 cucharada sopera de zumo de limón
  • aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN
  1. Limpiamos bien los mejillones, raspando la concha con un cuchillo para eliminar los crustáceos que lleva pegados. Con un estropajo de acero y debajo del grifo también se limpian muy bien. Después tenemos que eliminarle el biso, que son una especie de hilos que sobresalen de un extremo. Para ello cogemos el extremo con la punta del cuchillo y estiramos, en el mismo movimiento, hacia delante y hacia abajo para no romper su carne. Cuando los estemos limpiando desecharemos todos los que estén rotos o abiertos.
  2. Lavamos bajo el chorro de agua y ya los podemos cocinar.
  3. Cogemos una cazuela alta y ancha e introducimos los mejillones, el zumo y una peladura de limón, las bolas de pimienta y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Yo no le pongo vino blanco. Como el tiempo de cocción hasta que se abren es tan corto, para mi gusto el vino no se acaba de integrar y queda un sabor un poco raro...pero bueno, para gustos los colores...
  4. Tapamos la olla y ponemos el fuego medio-fuerte. En menos de 5 minutos ya se habrán abierto y los tendremos listos para comer. Los que NO se hayan abierto, por seguridad, los tendremos que desechar.
DE ESTA RECETA TE INTERESA SABER...
Info: El caldo que quede en la olla ¡no lo tiréis! Os vendrá de lujo para sopas, paellas, arroces...que sean de pescado. Lo pasáis por un colador y lo congeláis, en tuppers pequeños o bien en cubiteras, con lo que tendréis una especie de concentrado para reforzar el sabor de muchos platos.
Datos nutricionales: 
  • Mejillones: Son estupendos para aquéllos que sigan un plan para perder peso, ya que contienen muy pocas calorías. Por otro lado, su alto contenido en hierro resulta muy indicado para personas con anemia ferropénica. Además, es un alimento cardiosaludable, ayuda a controlar la hipertensión y los niveles de colesterol en sangre. También ayuda a combatir estados de fatiga, a controlar la retención de líquidos y previene el hipotiroidismo. Completo, ¿no?