Mellizos de 2 años, y bilingüismo de andar por casa

Por José Mª Ruiz Garrido @laparejadegolpe
"One two three four five", "Green apple", "Car red" (sic), "Come on!"... Poco a poco los pequeños padawanes van soltándose y hablando cada vez más. Y más claro. Porque una cosa es hablar y otra que los entendamos, obviamente. Ya había comentado en alguna otra ocasión cómo llevamos el tema de las chácharas, y cómo los pequeños van ampliando su vocabulario, el ritmo de aprendizaje de la lengua en mellizos y el 'lenguaje gemelar'. A eso le añadimos un nivel más, y es que intentamos que Luke y Leia vayan aprendiendo y practicando todo lo que puedan en inglés.
Antes incluso de cumplir su primer año, Luke y Leia ya iban a clases de inglés para bebés. El curso viene con unos CDs y unos libros para repetir –y repetir, y repetir, y repetir...– en casa las canciones y juegos. Al principio, el primer año sobre todo, no se enteran de nada, pero de lo que se trata en realidad es de que lo pasen bien al tiempo que se van quedando con la copla, se acostumbren al sonido, los acentos y las palabras inglesas, y le pierdan el miedo. Lo que yo llamo "hacerse al oído", acostumbrarse al inglés.
Nosotros, sin ser bilingües, intentamos hablar con ellos lo que podemos en inglés. Frases simples –yo tampoco doy para mucho más–, los números, colores, nombres de animales, canciones infantiles. Tenemos cuentos, música y juguetes con sonidos en inglés. Incluso una muñeca diabólica que habla por los codos, en los dos idiomas, y unos DVDs de canciones infantiles que nos trajo de Inglaterra la prima Pilar. Y luego está el gran invento de las smartTVs, con la posibilidad de poner siempre en su idioma original a la insufrible Peppa Pig y demás fauna animada. A la fase de las películas Disney, Pixar y similares aún no hemos llegado, pero imagino que procederemos del mismo modo.

Con el paso de los meses, Luke y Leia han ido asimilando palabras, y expresiones. Al pequeño es habitual escucharlo soltar algo parecido a "Funny!". Y a la pequeña un "Come on!" en toda regla. O contando del "one" al "ten", pronunciando los números perfectamente. En ocasiones, nos damos cuenta de que distinguen en qué idioma estamos jugando. Les podemos decir que repitan en inglés lo que estaban diciendo, y lo entienden a la perfección. Leia incluso ha llamado alguna vez la atención de su hermando, espetándole "¡En inglés, JavierLuke!". Hay animales, canciones, colores, números, frutas, vehículos, en los dos idiomas, todo mezclado. Al final, todo es un batiburrillo, sobre todo porque aún tienen esa lengua de trapo tan graciosa, y muchas veces más que entender lo que dicen, lo intuimos, o tenemos que echarle mucha imaginación. Eso sí, hay palabras que pronuncian en inglés mejor que nosotros. Es lo que tiene haber estado "haciéndose al oído" desde bebés.
Estoy por quitarle las pilas al muñeco de Darth Vader que tanto le gusta a Leia, por aquello de los spoilers, y así no destriparle el gran momentazo de la saga de Star Wars a los pequeños.

Y siempre podemos volver a Londres para seguir practicando y aprendiendo.
¡Que la Fuerza os acompañe!