La otra noche tuve un sueño. En él me encontraba ofreciéndole una recepción al embajador de algún país exótico. Yo, monísimo de la muerte, con un chaqué que estilizaba mi figura, ya de por sí esbelta. Le guiño el ojo al mayordomo que se dirije hacia mí con una bandeja repleta de los famosos bombones, en alusión a que le ofrezca al embajador uno de ellos, cuando de repente me devuelve el guiño y comienza a sacudir la cabeza señalando al del turbante. Yo no entiendo nada, y en éstas que con paso presuroso se me planta delante, me da una colleja y me dice : ¿Pero tú eres tonto o qué, qué te crees, la Preysler? Anda y pasa la bandeja ahora mismo o te vas al paro y sin indemnización....ARGGG!!! YO ERA EL CAMARERO!!!..... Y entonces desperté.
El sueño, unido al dulce de membrillo que hice el otro día me dieron la idea de hacer estos bombones de membrillo, facilísimos y riquísimos. En el País Vasco es un postre típico el membrillo con nueces, acompañado de helado de queso Idiazabal. Simplemente os dejo ahí la propuesta. Eso sí, la bandeja con ellos os la va a pasar Rita la Cantaora.
INGREDIENTES:
- Dulce de membrillo. Podéis ver la receta AQUÍ.
- Nueces.
PREPARACIÓN:
- Trituramos las nueces y las disponemos en un plato.
- Con la ayuda de dos cucharillas, formamos bolitas con el membrillo y las rebozamos en las nueces.