Hay series que a priori no te interesan, a las que ni siquiera te acercas porque crees que no van contigo. Luego les das una oportunidad y tienes que morderte la lengua porque descubres un mundo de posibilidades y terminas enganchada sin remedio.
Fringe. Me la vendieron como la nueva Expediente X y eso no me gustó. Expediente X sólo hay una y no quería ver una copia de uno de mis grandes mitos televisivos. Así que me negué en redondo a ver Fringe. Hace escasamente un mes vi el piloto. No tenía nada en la recámara y ya había decidido que Glee no era para mi. Fue ver ese capítulo e ir encadenando uno tras otro hasta encontrarme al final de su segunda temporada. Me atrapó desde el primer minuto, la historia, los personajes (Walter Bishop es mi nuevo dios), los "monstruos de la semana". Me parece una gran serie, muy inteligente, muy bien contada, misteriosa pero sin caer en los pecados típicos del género. Espero con gran impaciencia este fin de temporada. Casi tanto como el de Lost.
American Dad. La hermana menor de Family Guy, eso me parecía a mi. Su primera temporada no me gustó, así que la dejé pero mi pareja es seguidor así que de cuando en cuado caía un capítulo y pude observar como la serie mejoraba a grandes pasos rivalizando con la otra creación de Seth MacFarlane. Hoy por hoy diría que incluso es mejor que Family Guy, ésta última ha perdido frescura, pero American Dad se encuentra en plena forma. Uno de los grandes aciertos fue sacar a Roger de la casa y disfrazarlo una y otra vez.
Doctor Who. Hoy por hoy soy una fanática del Doctor. Una auténtica fanática. Sigo las temporadas con fervor cuasi religioso. Tengo libros y figuritas del Doctor por casa. He visto casi todo lo que han hecho Tennant y Ecclestone. Y me estoy muriendo de impaciencia por saber el juego que se trae Moffat entre manos. Esto es ahora pero antes. Antes no, antes tuvo que ser mi pareja (siempre me lo recuerda) la que me inició comiéndome la oreja con lo buena que era esta serie. Yo recordaba vagamente al Doctor de la bufanda. Además una serie inglesa, con efectos un poco bastante cutres, con una suerte de Britney Spears de las islas como coprotagonista... todo eran pegas. Hasta que vi Rose y me volví loca de amor por esta serie.
Secret Diary of a Call Girl. Acabo de empezarla y me encanta. Me ha sorprendido muy gratamente y ya quisiera tener una amiga como Belle en mi vida. Billie Piper no era santo de mi devoción, en Doctor Who no la soportaba, así que se me hacía muy cuesta arriba ver una serie protagonizada por ella. La serie es divertida, fresca, cortita con lo cual no se te hace pesada en ningún momento, hay sexo, buena música y Londres. Ya hablaré con más calma de esta sorpresa en otro post pero reconozco que debo entonar un mea culpa por todas las veces que he despotricado contra esta serie sin darle una oportunidad.