Memoria de la Nieve

Publicado el 10 febrero 2012 por Brisne @Brisne72

"Oscuridad. Nieve. Una niña con cara de vieja. Una monja. Robert. Oscuridad. Y el círculo se inicia de nuevo. Ella quiere formar parte del corro, pero sus manos parecen como de mantequilla y resbalan."
Un círculo es Memoria de la nieve, una novela sobre exploradores, archiveros , fantasmas... reflexión sobre el vacío, sobre los círculos que formamos a nuestro alrededor. Moscú tapado por la nieve; un archivero en Oxford buscando a Olga; Olga muriendo en Siberia; Luisa Núñez buscando la ausencia, sintiéndola en su partida; Laura Riding prisionera del tiempo; el caos de la Antártida. Y al final el colofón. Viajeras que parten, que prefieren perderse en un mundo desconocido. Pero llegaban hasta ellos en círculos concénticos, eternas espirales, casi por casualidad.  
Eso es memoria de la nieve, viajes, sensaciones, vacíos que no se llenan, prosa impecable, frases hermosas. Pero al final con una historia sin historia, con una sensación de vacío recorres sus páginas, queriendo buscar algo en su interior que no encuentras porque quizá, y sólo quizá, sea tu vacío el que lo llena todo. El que llena esas historias inconexas, que quizá no lo son tanto, quizá sean viajeras del tiempo que surgen de las páginas de Memoria de la Nieve para constatar que su mundo exisitó. No busquen en su interior las respuestas, ni en las fotografías de nieve, ni siquiera en las fabulosas narraciones de Marian. Busquen en su cabeza, buceen por debajo del frío y la nieve e intenten entender que el mundo está lleno de viajeros que anhelan algo, que buscan algo, que quizá todos, ustedes y yo, somos viajeros caídos en medio de este tiempo para encontrar respuestas que nadie dio, o tal vez esas respuestas estén escritas en cualquier rincón cubierto de nieve para ustedes. Incluso pueden estarlo en este libro. Extraño pero precioso. Un libro fuera de convencionalismos pero que te deja la sensación de no saber, de no ser, de no estar. Un libro fuera de todo pero que bien puede meterse dentro de cada uno de ustedes. 
Imaginen que es una muñeca rusa, imaginen que cada relato se incluye dentro de otro, que esos círculos que ven al abrirlas es lo que queda al final. ¿Les he contado que me encantan esas muñecas? ¿Que mucho tiempo estuvieron en la cabecera de mi cama? Siempre era una sorpresa abrirlas, aunque ya supiese que entraban una tras otra. Pese a que mil veces fuese abierta y cerrada. La madre, la hija y la nieta. Siempre las pensé así. Alineadas. Juntas. Una dentro de otra. Y estos relatos son un poco eso. Dentro unos de otros pero independientes. Buceen en su vacío existencial. Al final todos somos vacío.http://feedburner.google.com/fb/a/livefeed?id=ri6e1gq8734efuk7f5arnr56ic