Memoria histórica, memoria histérica

Por Joseldelcampo

Memoria histórica,…, memoria histérica

25 septiembre, 2012 jose luis One comment

Hoy no voy a tratar de las desgracias de la Guerra Civil española y su etapa posterior aunque lo parezca, pero si voy a tocar un tema que en algo tiene relación con ella, como es el hecho de la famosa memoria histórica que los humanos tenemos y como realmente nos solemos quedar con lo que queremos y no con un compendio de lo real haciendo que en muchas ocasiones tengamos más bien memoria histérica que histórica.

¿Qué opináis de un determinado personaje qué, teniendo a un esclavo como cocinero, se pasó durante más de 50 años moviéndolo entre dos estados de los USA, ya que si estuviese más de 6 meses seguidos en uno de ellos debería de ser tratado como un hombre libre? Y todo porque le gustaba como cocinaba y claro está, es más barato tener un esclavo que tener que pagar a un empleado.

¿Y si dijésemos que este personaje fue George Washington, uno de los padres de la patria de las libertades? ¿Opinarías lo mismo?

¿Qué me diríais de alguien que durante su vida el único motivo para disfrutar de la vida fue el estar enganchado a la ruleta lo que le llevó a arruinarse bastantes veces manteniendo una personalidad típica de un ludópata? ¿Sería un modelo de conducta?

En una de estas ocasiones como forma de pago a su prestamista (un editor), acordó que debería de escribirle dos libros en menos de un mes para poder pagar sus deudas con lo que, uno de ellos ya lo tenía y el otro se lo inventó en 28 días. Resultó ser ‘Crimen y Castigo’ y el personaje fue Fiódor Dostoievski.

Ambos ejemplos poseen puntos coincidentes y a la vez completamente diferentes.

Coinciden en el hecho de que nuestra memoria histórica está mediatizada a un determinado hecho concreto o a una cualidad del personaje que recordamos, la cual cobra fuerza, para bien o para mal, cuanto más lejos esta figura se recuerda en el tiempo con respecto al momento actual: se olvida uno de lo accesorio y se concreta en algo determinado.

Difieren claramente estos ejemplos en que mientras el segundo, la ludopatía es un comportamiento destructivo, pero al fin y al cabo autodestructivo y personal, en el primer ejemplo choca que sea recordado el personaje por un comportamiento social contrario al que el practicaba.

Lo que está claro es que poseemos una memoria histórica que está mediatizada por quien sea el narrador de la citada historia. Nosotros podemos alcanzar a tener una idea propia de un determinado personaje siempre que seamos coetáneos de él. El resto siempre serán historias mediatizadas que entran de lleno en lo que es la memoria histérica colectiva en muchas ocasiones.

Esto se une a un hecho realmente curioso: a mayor distancia en el tiempo, se suele valorar más la figura de alguien por un determinado hecho más que por el conjunto de hechos que conformarán su vida. En la actualidad no es así. A nuestros coetáneos se les valora por un conjunto de hechos, pero no nos equivoquemos, dentro de 50 o 100 años serán recordados por una sola cosa, ya sea positiva o negativa y el resto será olvidado.

Y una última reflexión: ¿cómo se recordarán en 100 años a los personajes que tienen bajo sus manos los hilos que mueven actualmente el mundo?