Roberto Malaver.
¡La pusimos de este tamaño! ¿Hasta cuándo vamos a seguir con esa pendejada del fraude? Coño, ganamos ahora un montón de votos, y esa es una gran victoria política, y tres años después llamabas al referéndum revocatorio y al carajo los enfermos, ah, pero no, nosotros somos más arrechos que nadie, llegamos y desconocemos al presidente chavista, y comenzamos a dar órdenes sin primero hacer las vainas legales, porque nosotros somos hijos de papaíto y por eso somos arrechos. Después salen a la calle un montón de locos que están esperando que uno diga desconozco para que ellos salgan a buscar cubanos para nacionalizarlos quemándolos a todos en sus CDI, y no sólo eso, también quemamos las casas del PSUV, y ya llevamos siete chavistas muertos y no queremos asumir nada, porque como siempre, “yo no fui, yo te juro que yo no fui”El papá de Margot le pide a Fracaso Petkoff y a Luis –manos de sangre- Miquilena, y a Ramos – Fraude- Allup, y a Omar -Pozo de la Muerte- Barboza que hablen con ese muchacho, que por favor le digan a Embajada Radonski que así es la democracia, que las vainas no son como él quiere que sean., es decir, ellos, pueden evitar que sigan las muertes de los chavistas por culpa de Embajada Radonski. “paren a ese muchacho que no sabe lo que está haciendo”. Dice el papá de Margot.
La vaina de las cacerolas está bien. Así no matamos a nadie. Sonamos y sonamos nuestras cacerolas, eso sí, con mucha clase y estilo. Sabemos que Maduro no va a renunciar, pero por lo menos nos divertimos un momento en la noche. Pero eso de salir a guarimbear y a quemar CDI y medios comunitarios, esa es otra vaina. Vamos a administrar esta victoria política con paciencia. Así es la política, paciencia, hay que ir con mucha tradición, familia y propiedad, esa es la clave, ahora la victoria está cerca, nos faltan pocos votos y los estamos perdiendo por culpa de esta violencia y del rector Vicente Díaz que también nos trajo estas malas noches.
Ya todos los países del mundo reconocieron a Maduro como presidente menos nosotros, qué bolas, porque nosotros somos un estado de arrechera permanente. El papá de Margot estaba contentísimo con la cantidad de votos que sacamos, pero cuando se enterró de los incendios y la muerte de los chavistas, y la insistencia en el no reconocimiento y la malcriadez y no me jodas más, se fue al cuarto y tiró la puerta tan duro que Margot quedó cantando:
- Tócame la campana. Tócame la campana.
robertomalaver@gmail.com