Memorias de un escuálido en decadencia | UCV

Publicado el 19 julio 2024 por Jmartoranoster

¡Somos más arrechos que el perro de los Branger! Nos encanta llevarles la contraria a los rectores. El Amoroso del CNE nos invitó a firmar un acuerdo reconociendo los resultados de las elecciones presidenciales, y le dijimos «no es no» y al carajo los enfermos. Y esa vaina se entiende porque, si gana el dictador, nosotros no vamos a salir de primeros a reconocer. Haremos un análisis concreto de la realidad concreta, como dice nuestro asesor, el exizquierdista Carlos —Renovación del Estado— Blanco, y vemos qué carajo vamos a hacer. Ahora nos planteamos, o sea, el candidato «Edmudo» y la María —Súmate— Machado, ir a la Universidad Central de Venezuela, no a estudiar, porque ya pasamos por esa vaina, ni tampoco íbamos a pedir cupo. Eso era antes, en la Cuarta, ya en la Quinta nadie quiere estudiar, por eso siempre hay cupo. Íbamos a hablarle a la juventud, a esos muchachos y muchachas que esperan mucho de nosotros, porque ellos saben que los hemos defendido de la dictadura pidiendo invasiones, bloqueos, sanciones y un montón de vainas para salir de la dictadura, pero no hemos podido, y ahora les pedimos el voto para ver si ahora sí se sube la gata a la batea. Entonces estábamos listos para ir a la casa que vence la sombra, y llega una carta donde el rector Víctor Rago, otro rector (¡qué vaina con estos rectores, que la tienen cogida con uno!) y nos dice que ni de vaina se nos ocurra presentarnos en la máxima casa de estudios, porque eso no es para ese tipo de actos. Entonces, el compañero «Edmudo» dijo: «Si le dijimos ‘no es no’ al Amoroso del CNE, al Rago de la UCV le decimos ‘sí es sí'». Y dicho y hecho: salimos para allá y no les paramos bolas a las autoridades universitarias, porque las autoridades somos nosotros, que fuimos tan sinceros. Y después vino el peo. Nos dijeron de todo. Hasta nuestros mismos compañeros nos tiraron a matar, porque, claro, ellos no saben que estamos pelando bolas en las encuestas, como dijo la gente de Datanalisis, y tenemos que meternos en todas partes donde haya votos. Al final, un chavista infiltrado por ahí, cuando salíamos raspados, comenzó a gritar: «U, U, U, U, Edmundo se fue». Alguien pensó en quemarlo, pero logramos aguantarlo. «Al menos dejen que le tiremos una bomba puputov», dijo un compañero ahí, pero también lo paramos a tiempo completo, porque somos gente decente y pensante.

Otra vaina que nos dejó muy preocupados fue el tiro que le dieron en la oreja al compañero Trump. ¡Qué susto pasamos con esa vaina! ¿Se imaginan si le hubiese pasado algo peor al compañero Trump? Es para morirse, porque ese es el hombre que más nos ha apoyado en nuestra segunda patria. Además, el Biden parece que está jugando a favor del dictador. Ya ustedes vieron que lo llamaron para negociar y otras vainas que uno no sabe. Ahora el compañero Trump escucha mucho menos, pero las cosas que le dicen le entran por un oído y no le salen por el otro. Ahora su presidencia es un tiro al piso.

Y las elecciones son el 28, el 28, el 28, como dijo el exizquierdista aquel que estaba en el CNE y que ahora está con nosotros, pero tenemos tiempo que no lo vemos declarando a nuestro favor. Y les digo una vaina: parece que los pollos no están bien contados. Tenemos que echarle bolas porque los gobernadores nuestros se hicieron los locos y no nos apoyaron un carajo. El de Barinas se perdió; el de Cojedes, ni se diga; el de Margarita, Morel Rodríguez, a ese parece que le gusta más jugar gallos pintos en la gallera que apoyarnos a nosotros. Y el compañero Rosales, el Filósofo, se fue a Barinas y pegó una carrera por allá, y después no volvió a hacer más nada, es decir, que esos carajos saben alguna vaina y por eso no se meten en este peo. Y el Carlos Prosperi dejó llorando y sin motores a Espoleta Allup, cuando lo vio en Miraflores al lado del dictador junto con unos alcaldes. Un carajo llamó por teléfono a Espoleta Allup y le dijo: «Feliz y Prosperi año nuevo». Y Espoleta Allup volvió mierda el teléfono celular que su cuñado le había enviado desde Miami.

El papá de Margot llegó peleando: «En el Aula Magna de la UCV estuvo el interino Guaidó, y no pasó un carajo, bastó que este hombre y la inhabilitada se acercaran a la plaza cubierta para que fueran descubiertos como unos violadores de la majestad de la casa que vence la sombra. No ganamos una, carajo». Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina saló gritando: «Te rasparon en la UCV, muérgano».

—Campesino que estás en la tierra, / marinero que estás en la mar… —me canta Margot.

Roberto Malaver