Memorias de una geisha

Publicado el 23 enero 2015 por Plausible @plausibleblog

Poco antes de su muerte, Sayuri, una anciana japonesa afincada en Nueva York, cuenta la historia de su vida a un joven amigo americano. El poder de seducción de la voz narrativa de esta geisha legendaria transporta al lector a un Japón de entreguerras, lleno todavía de ecos feudales, y a una de las tradiciones japonesas que más curiosidad inspiran en el mundo occidental: la de la geisha, una peculiar práctica cultural a la que están ligadas artes tales como la seducción, la danza, la pintura o la clásica ceremonia del té.
En Memorias de una geisha entramos a un mundo donde las apariencias son de suma importancia, donde la virginidad de una niña es subastada al mejor postor, donde las mujeres son entrenadas para seducir a los hombres más poderosos y donde el amor es desdeñado como una mera ilusión. Es una obra de ficción única, romántica, erótica y de suspense absolutamente inolvidable.
Éste es un libro que tenía pendiente desde hace mucho más de lo que yo creía; no sólo desde que lo compré en el 2014 en una edición hermosa, sino que viendo el trailer de la adaptación del 2005 recordé que cuando tenía así como once u doce años había visto una pequeña parte por la tele y, como mis papás me la sacaron en seguida porque no era para chicos, me prometí que iba a ver la peli cuando fuera más grande.
Y no, la peli aún no la vi. Pero leí el libro, lo que es mil veces mejor.
Supe que este libro iba a entrar en mis favoritos en la primera página. No sé si les ha pasado alguna vez, pero sentí una conexión inmediata con la protagonista, con la forma de narrar e incluso con el prólogo del autor.
Este libro está en narrado de una forma directa, en la que Chiyo (o Sayuri, como se la conocerá más tarde) nos cuenta, como si fuésemos sus invitados, la historia de su vida ahora que ya es adulta. Su infancia y su inocencia, la compra de su persona para enviarla a vivir a una okiya, su sufrimiento en el que se define si terminará como la Tía, fea y de criada, o como Hatsumono, la única geisha que vive en su okiya.
Un día le pregunté: '¿Papá, por qué eres tan viejo?'. Él arqueó las cejas, de modo que tomaron la forma de unos pequeños paraguas caídos sobre sus ojos. Y luego suspiró largamente, movió la cabeza y dijo: 'No lo sé'.

Desde el principio conectamos con los personajes, sean los buenos o los "malos". Y malos entre comillas porque todo tiene que verse en contexto; ¿está bien vender a una niña para que sea educada para ser una geisha? ¿Está bien que una geisha ya consumada le haga la vida imposible a una aprendiz para que no la opaque? Quizás hoy en día es una bestialidad, pero en ese momento en Japón probablemente estuviese bien visto.
¿Es que la vida era sólo una tempestad que arrasaba con todo, dejando tras ella sólo algo yermo e irreconocible?

Los personajes me atraparon desde el vamos. Y digo todos (excepto uno, pero ni siquiera mencionarlo) porque son todos los principales. Sayuri, Hatsumono, Mameha,Tía, Mamita, El Presidente... son todas personas que pude apreciar de alguna forma u otra, y que van a estar en mi corazón para siempre. 
Incluso las rocas terminan erosionándose con la lluvia.

Es una novela de ficción semi histórica, que nos muestra con detalle el entrenamiento de las niñas desde muy chicas para llegar a ser a geishas, la competencia entre ellas, las tradiciones y demáses. Sospecho (además de que básicamente lo dice el autor en el prólogo y la demanda de ella después de la publicación del libro, nosierto) de que, a pesar de que el autor aclara al final que está todo ficcionado, es la historia de Mineko Iwasaki. Yo sí creo que son sus memorias, a pesar de que se diga que está todo mezclado y demás.
Llevamos nuestras vidas como el agua que corre colina abajo, más o menos en una dirección, hasta que damos con algo que nos obliga a encontrar un nuevo curso.

Esta historia, aunque principalmente nos mete directo en la cultura japonesa y de las geishas, es una historia de lucha y autosuperación, de dejar el triste pasado atrás para concentrarse en algo mucho mejor que está por venir. El fin no justifica los medios, pero durante el camino hay que sufrir para conseguir lo que uno quiere; creo que esta es una de las tantas moralejas que nos deja esta hermosa historia.
Pero ahora sé que nuestro mundo no es nunca más permanente que una ola que se eleva sobre el océano. Cualesquiera que sean nuestras luchas y nuestras victorias, comoquiera que las padezcamos, enseguida desaparecen en la corriente, como la tinta acuosa sobre el papel.

En fin, no sé qué mas decir. Si estas citas que les puse acá (que no son para nada el total de las que marqué en el libro) no los convencieron de darle una oportunidad, sepan que para mí este libro fue uno de esos por los que deseás que Goodreads tenga más de cinco estrellas. Este se lleva un diez, un veinte. Un mil. Y espero que ustedes también se animen a leerlo.
¿Qué piensan ustedes? ¿Lo leyeron? ¿Vieron la peli?