Hace unos días vi “Memorias de una Geisha”, me volvió a llevar a Japón, a sus calles, su cultura, sus olores, sus sabores…me hizo recordar cada instante de un mes que me cambió la vida.
La película se rodó en los parajes de Kioto, en sus calles y sus jardines, esos que he recorrido cada día durante un mes. Al ver la película vuelves a revivirlos, pero también te adentras en una cultura nueva, distinta.
La protagonista es una niña que por circunstancias de la vida, aspira a ser una Geisha, una mujer de compañía, de entretenimiento, formada en distintas artes japonesas. En la actualidad quedan pocas y es difícil verlas, suelen recorrer las Casas de Té del barrio de Gion, el más tradicional de la ciudad, y declarado Patrimonio Cultural. En Julio es el Festival de Gion, momento en el que preciosas carrozas, llamadas yamaboko recorren la ciudad y a su vez acontecimiento por el cual es más fácil ver a Geishas recorrer dicho barrio.
La joven niña corretea por las calles de Kioto, hasta que tras descubrir su belleza empiezan a educarla para ser una Miako y después una Geisha. Para nosotros, es una cultura distinta, un protocolo distinto y unas normas de educación a las que adecuarnos y las que cumplir. La manera de saludar, de dar las gracias, el quitarse los zapatos para entrar a un lugar o el no dejarse comida en el plato….pequeños detalles que se deben cuidar.
En Kioto hay aproximadamente 2000 templos y santuarios, de budistas y de sintoístas, magníficas edificaciones que dan color, luz y brillo a la ciudad. Entre todos estos templos resaltaré algunos, los más importantes y característicos.
Kinkaku-ji o El Templo del Pabellón Dorado
Ginkaku-ji o Templo del Pabellón Plateado, aunque nunca llegó a ser plateado, por falta de presupuesto.
Los laberintos del Santuario de Fushimi Inari-Taisha por los que corretea la dulce niña.
De gran interés también son los Jardines Japoneses, parajes espectaculares, de especial belleza, por su cuidada composición y su especial tratado.
Muchos de los Templos y Palacios están rodeados de grandes jardines, y sus especiales cerezos, que cuando están en flor dan lugar a unas de las más bonitas estampas de la ciudad. El de la foto, es el jardín que rodea el Palacio Imperial de Katsura.
Entre todos estos parajes se desarrolla la película, cómo argumento la educación y formación de una joven Geisha. Todo lo demás no os lo voy a contar…os invito a que cuando podáis, la veáis, y disfrutéis de cada secuencia y de su espectacular paisaje…
La película termina con la joven Geisha recorriendo este puente del Heian Jingu Temple.
Pero mi post, no termina aquí, os dejo algunas de mis fotos y espero que estas os inspiren para preparar un viaje al lejano oriente.