Podría ser válida esa clasificación, sobre todo si toman como referente su 2º disco “Souvenir” de 2010 (no me las voy a dar de erudito en el grupo, ya que su debut aún no lo he escuchado), pero su última obra, “Silly Symphonies” creo que más bien deriva al sector más bailable, desenfadado y con unas gotas de estilo funk, que podrían partir de los sonidos de unos compañeros de promotora y discográfica como son la Fundación Tony Manero, ya que ambas formaciones están dentro del interesante paraguas de grupos que manejan en Musicbus.
Este cuarteto, compuesto por Stephano Maccarrone como voz y guitarras, Jan Martí en teclados y voces, Oriol Francisco como bajo y guitarra y Robert Gibiaqui a la batería, sitos en Barcelona, comenzaron hace ya unos años atrás y ha sido en el pasado 2011 de la mano de su “Silly Symphonies” con el que han terminado de dar un salto cualitativo interesante.
En su último trabajo, estos muchachos han terminado de pulir las buenas ideas que ya mostraban en “Souvenir”, pero añadiendo unas notas más bailables y dando un mayor peso a los sintetizadores, es como han conseguido dar lugar a una obra directa, que atrapa desde las primeras escuchas, y en el que podemos afirmar que no hay canción floja, sino que cada una de las mismas son buenas en mayor o menor medida.
ANÁLISIS DEL DISCO. 1. “2012”: Una intro donde los teclados y las notas de los mismos son algo enrevesadas y marcianas, dan paso a una base muy bailable, cercana al funk, que destacará sobre todo por esas melodías de sintetizadores algo retro, que se marcan sus protagonismo en partes instrumentales que podrían corresponder al estribillo estructural, que en sí no tiene la canción. Prometedor inicio esta canción de título “2012”, año que en breve despediremos, que ofrece interesantes cambios de ritmo.
2. “Plasticine”: En el 2º capítulo de “Silly Simphonies”, Mendetz ofrecen un tema de sonido más rock, en el que las voces a cargo de Maccarrone y Martí atraviesan momentos de falsete en el estribillo. Aunque se haya perdido algo de ritmo en “Plasticine” respecto a la movida pista de apertura, las bases aquí son más rotundas y notables e igualmente nos encontramos con una canción de sonido bastante animado. También puede ser que sea la canción que más recuerde estilísticamente al sonido del álbum anterior de Mendetz.
3. “Phantoteque”: En su página web creo que el grupo ha descrito a la siguiente canción de “Silly Symphonies” como su mejor canción hasta la fecha. A falta de que escuche su 1er. disco, puede ser que sea así. “Phantoteque” es un tema que destaca por unas melodías de teclados menos angulosas, apostando por un sonido más disco y envolvente, que por otro lado es justo lo contrario a estridente. Los coros en falsete que se repiten durante toda la pista son un acierto como añadido; recientemente el grupo ha regrabado la canción con Najwa a las voces, quitándole algo de velocidad y restando esos coros mencionados. El resultado de volver a escuchar a Najwa cantar en inglés es un auténtico regalo, pero el producto se queda como mucho en el mismo nivel, ya que en el apartado de la música, se nota mucho la bajada de ritmo. Dispuso de un videoclip con una pareja jugueteando en una playa desierta, que no le viene mal. Claramente es la canción que más fácilmente se te queda al acceder a este disco de Mendetz; al mínimo descuido estoy seguro de que les capturará.
4. “Escalera”: Da pereza casi dejar atrás la arrebatadora “Phantoteque” y más cuando nos enfrentamos de inicio a unas contundentes bases machaconas. Un tema electrónico y potente “Escalera”, donde nos vamos a llevar una notable sorpresa: ¿No oyen ustedes una voz femenina que les resulte familiar? Si les digo “Come, come, come into my life. Come, come, stay with me…”, ¿aciertan a reconocer a quién acompaña a los Mendetz en esta canción? Sí, es Gala, esa cantante italiana que puso patas arribas la música disco a finales de los 90 con su disco “Come Into My Life” y temas como el “Freed from desire”, que los Mendetz no en vano ya versionaron en su anterior disco “Souvenir”. Gala, paradigma del sonido discotequero balear de los 90, parece que haya cogido un ferry desde Ibiza a Barcelona para adentrarse en el indie español de los presentes tiempos. Da la impresión de que en la canción se dice “Escalera a”, será que Maccarrone o alguno del grupo vive en un bloque de viviendas, exactamente en su escalera “a”.
5. “Hap your clands”: La siguiente canción nos ofrece un juego disléxico de palabras que puede haber sido contagiado a Mendetz por parte de sus también compañeros en Musicbus Love Of Lesbian. “Hap your clands”, que no “Clap your hands”, es una de las canciones más vitalistas y luminosas del disco. La electrónica no toma el mando, sino que aporta las gotas o dosis necesarias a este tema pop rock, que es también otro de los temas más accesibles de “Silly Symphonies”. Un estribillo muy claro y llevadero ayuda a conseguir una canción perfecta para llegar a nuevos oyentes.
7. “Spam”: Ejemplo de esa etiqueta de género musical de synth rock que asocian a Mendetz es la siguiente pista de la obra que hoy nos ocupa. Una canción de rock electrónico, que abre con unas notas estridentes y reguleras de sintetizadores, envueltas en una base ciertamente saltarina, realmente vital y poderosa, sobre todo en un estribillo tomado muy en serio al micrófono por las voces de Mendetz, incluyendo las subidas necesarias a registros agudos. Se la identifica en sucesivas escuchas, quedando sepultada por otros momentos más hipnóticos a nivel melódico compañeros de disco. No obstante, esta canción termina por remontar pasadas varias escuchas, situándose como uno de los mejores pasajes y de los más esperados a la hora de escuchar el disco de principio a fin, forma en la que lo he escuchado siempre que me he puesto con él.
8. “Tie break”: Otra joya oculta de “Silly Symphonies” llega justo ahora. “Tie break” es una de esas canciones compuesta por 2 partes muy diferenciadas. En la primera parte es donde residen los detalles que más me gustan, a base de unas notas de teclado medio de fantasía que adornan muy bien su melodía. Los Mendetz me evocan a los ABC de Martin Fry de sus 2 o 3 primeros discos, y suenan atrozmente encantadores. No obstante, se produce un cambio de ritmo importante, para dar paso a las guitarras, que ofrecen su lado más rotundo en el estribillo. En conjunto muy buena, pero creo que si hubieran llevado la composición toda su extensión por los sonidos más electrofunky del inicio, que lógicamente vuelven tras el arreón rock del estribillo, estaríamos ante un tema igual de brutal que “Phantoteque”. Con todo, una de las mejores piezas que ofrece el último disco de Mendetz, así que préstenla atención.
9. “Between sleep and awake”: Parecida a la canción “Spam”, que nos encontramos antes de la notable “Tie break”, se presenta “Between sleep and awake”. Los sintetizadores vuelven a ser angulosos y complicados, haciéndose acreedores del protagonismo instrumental de la canción, donde también se usa el vocoder. Nerviosa en sus bases, quizás no sea de los mejores momentos del disco, o al menos se trata de uno de los menos memorables en comparación con todo lo que hemos podido escuchar hasta el momento.
10. “B.Y.E.”: El grupo busca cerrar el álbum con un tema ligero, de título apropiado “B.Y.E.”, cuanto menos peculiar, que también me vuelve a recordar a los ABC de los comienzos. La canción es desenfadada, alegre, vitalista y compuesta realmente por un par de estrofas. Luego es un vocoder el que hace compendio, diciendo algo así como que “Esto era “Silly Symphonies” de Mendetz tocando desde Barcelona antes del fin del mundo… Esto fue todo… Gracias por venir, gracias por escuchar…”. Luego, no sé si lo que se ha sampleado es al narrador de cualquier serie de dibujos animados, tipo “La abeja Maya”, que dice “…Desde donde continúa hasta la fecha, a la sombra de su alcornoque favorito, aspirando la fragancia de las flores silvestres, en dulce paz y es muy feliz”. Un final muy “happy-flower”, pero gracioso, ingenioso y que deja un buen sabor de boca a casi 40 minutos de música de rock independiente, dominado por la electrónica y las notas bailables y que invitan a moverse.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES. El cuarteto barcelonés ha buscado dar forma a un disco más inmediato en su último trabajo de estudio. “Souvenir” es un álbum también muy aprovechable, pero el acceso a sus bondades es mucho más sinuoso debido a una mayor duración total, temas más largos en consecuencia, y también unas melodías que tienen un menor gancho melódico. Sin embargo, “Silly Symphonies” llega casi desde la primera escucha. En cualquier pub donde se pinche música alternativa, es garantía de éxito para el dj poner casi cualquiera de las canciones de este disco. Quizás el haber restado algo el carácter rock y haber sumado ligeras dosis de funk blanco, hayan sido la clave de dar lugar a este álbum con tal capacidad de imantar al que se exponga a su escucha.
Dentro del indie parece que hay un malditismo ante la carrera de los grupos que cantan en inglés. Vean ustedes a Second y Love Of Lesbian, los cuales han multiplicado sus seguidores desde que se pasaron al castellano. Gracias al inglés, “Silly Symphonies” tiene una clara proyección internacional, pero a nivel nacional su calado ha sido menor del que puede que hubiera tenido si el grupo se manejara en castellano. En las entrevistas que hemos mantenido con los 2 grupos mencionados, les he preguntado si van a volver alguna vez al inglés, y ambas formaciones tienen claro que no lo van a hacer, al menos a priori.
Incluso Najwa, colaboradora reciente con Mendetz, se ha pasado al español, lo que pasa es que la cosa se ha quedado igual o peor, ya que Najwa ha radicalizado lo instrumental y a pesar de cantar en español, la música no es tan accesible como la que realizaba hace unos años en la lengua de Shakespeare. ¿Serán Mendetz otra banda que tiren la toalla con el inglés y se pasen al castellano? Ya lo veremos.
Con todo, Mendetz es una banda que tiene un nombre dentro del mundo indie y son apuesta segura en carteles de festivales. “Silly Symphonies” ha tenido sus buenas críticas, pero su calado en la audiencia no ha sido todo el que se merece. Son otras bandas compañeras de sector las que se llevan la palma a la hora de llenar las grandes salas del país. “Silly Symphonies” creo que marca un punto importante dentro del potencial de Mendetz. Su siguiente paso debería suponer una subida de otro peldaño de cara a llegar a más gente, cosa que se conseguirá claramente si se siguen las pautas establecidas en este trabajo, mucho más directo en todos sus aspectos.
Dejando de lado las consideraciones o reflexiones que hemos expuesto en los últimos párrafos sobre el mayor o menor calado que pueda tener una banda en España al cantar en inglés y de dónde merecería estar este “Silly Symphonies” de Mendetz, asépticamente afirmamos que con total seguridad es uno de los mejores discos editados en España en los últimos 2 años. A nosotros nos ha agradado mucho y esperemos que a ustedes, si sabiamente acceden al mismo, también.
Somos conscientes del retraso que tenemos a la hora de subir el programa sobre “Duke” de Genesis a Ivoox, pero es por el mismo motivo por el que no podemos casi decir nada en las redes sociales. A servidor se le acabó el chollo internauta casero gratuito, y he regresado a tener que buscarme la vida para conectarme, ya que en previsión de cambio de residencia de aquí a unos meses no me voy a meter en permanencias y tal con compañías de cable. Recuerden que estamos en el parón navideño de nuestro programa de radio y en consecuencia en unos minutos podrán escuchar tanto en RUAH como en &radio la entrevista a La Unión, cosa que se repetirá también el miércoles, pero el próximo sábado día 12 volveremos con un nuevo coloquio en directo. Les mantedremos informados.