Muchas personas suelen juzgar a los demás por su apariencia o por el estatus económico, lo cual está mal y realmente pueden sorprendernos como es el caso de esta mujer.
Kate McClure, de 27 años, conducía hacia Filadelfia en la I-95 con dirección sur el mes pasado para visitar a un amigo cuando su automóvil comenzó a chisporrotear. Se detuvo en la rampa de salida más cercana y llegó al fondo justo cuando se quedó sin gasolina. Eran las 11 p.m., estaba oscuro y se encontraba sola: “Mi corazón latía fuera de mi pecho”, recuerda.
Imagen: gutenberg.
En esa situación conoció a Johnny, un mendigo que siempre estaba al borde de la carretera con una caja pidiendo dinero. Él se le acercó y le dijo que se encerrara con llave en el auto. Regresó por ella 20 minutos más tardes con una lata de gasolina. “Utilizó sus últimos 20 dólares para asegurarme de que pudiera volver a casa”. Johnny no me pidió un dólar y le prometí que volvería con el dinero. McClure ha regresado varias veces desde entonces. Le pagó el combustible y le ha regalado ropa para el invierno.
“Un día me detuve para verlo y tenía algunas cosas en una bolsa para darle, una de las cuales era una caja de barras de cereal para que pudiera tener algo que pudiera llevar y comer. Estaba muy agradecido como de costumbre y lo primero que dijo fue “¿quieres uno?” Otra vez dejé 2 tarjetas de regalo Wawa y una caja de botellas de agua … las primeras palabras que salieron de su boca fueron “¿Puedo esperar a los muchachos para mostrarles?. Si tan solo esas dos declaraciones por sí solas no le dan una idea del buen corazón que este hombre tiene, no estoy seguro de que nada lo haga”, escribió McClure en la campaña www.gofunme.com para recuadar dinero para Johnny.
La campaña ha recaudado más del doble de la meta (supera los 20.000 dólares) y las personas continúan donando. McClure y su pareja, quien también ha estado muy involucrado, dejaron claro que administrarían todas las donaciones de GoFundMe, usándolas para rentar un apartamento para Johnny y pagar su comida, ropa, teléfono celular y transporte, y dándole una pequeña cantidad de dinero en efectivo para andar por ahí.
“Johnny ha reflexionado sobre su vida”, dijo D’Amico, la pareja de McClure. “Solo necesita un empujón en la dirección correcta. No me puedo imaginar lo difícil que es. Él es de las Carolinas. Está a mil millas de casa sin nada, nadie. Es probable que las cosas se hayan convertido en una bola de nieve hasta vivir debajo de un puente”.
McClure dijo que Johnny les dijo que quería vivir en Robbinsville, N.J., y trabajar en el almacén de Amazon porque la compañía ofrece beneficios de salud.
Fuente de Información: gutenberg.rocks
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