Mensajes nazifascistafranquistas

Publicado el 13 octubre 2012 por Romanas

Ayer venían en la prensa serios mensajes del nazifascismo futbolistico a la generalidad del país:  -Por una parte, los Ultrasur, esa manada abiertamente nazi, que los directivos del Real Madrid, RM, no sólo consienten sino que alientan, permitiéndoles incluso disponer de algunas dependencias en su propio estadio, para que almacenen y conserven sus peligrosas armas de combate, bates de beisbol, puños americanos, gruesas cadenas, etc., anunciaron a bombo y platillo que iban a desplazarse a Barcelona para realizar una especie de raid contra los catalanes catalanistas;  -De otra, el Comité de los árbitros españoles, dirigidos por Sánchez Arminio, su presidente, sí, aquel que quiso que la Comisión antiviolencia empaquetara seriamente a Piqué, por decir, el muy gilipollas y bien educado niño pijo de las sociedad vip catalana, que el árbitro tal le había expulsado premeditadamente, no llamándole hijo de puta, como han hecho, hacen y harán los miembros del bliztraid madridista, con el ínclito Mourinho a la cabeza, que incluso se permite el lujo de esperar a los árbitros sentado sobre el capot de su coche para cantarles las cuarenta tan impunemente que ha sido un escándalo a nivel mundial, mientras Casillas, más conocido como El Santo, se pasa todo el partido golpeándose la cara con el dorso de la mano mientras grita “qué caradura, coño, qué caradura, que se vaya con ellos a celebrarlo, coño”, y Diaz Vega, aquel bizarro árbitro que se pasó toda su carrera activa diciéndole a Cruyff que se cagaba en los pantalones cada vez que jugaba contra el RM, han lanzado un clarísimo mensaje más nafifascista franquista aún a sus subordinados: -“Ojo, mucho ojo, señores colegiados, que a Undiano Mayenco, el árbitro del Sevilla-Madrid, que estando a 2 metros escasos de los incidentes, toleró impávido que Higuaín le atizara reiteradas coces a un jugador sevillista y que Di María hiciera lo propio con otro de ellos, 2 clarísimas agresiones sin balón que vieron, a través de tv, todos los aficionados del mundo mundial, no lo sancionamos ni mucho menos, lo hemos propuesto para la medalla al mérito deportivo con distintivo blanco, mientras que a Mateu Lahoz, coño, sí ése que es el favorito idolatrado de Mourinho, le hemos metido 2 semanas de “nevera” por haber consentido que el Barça ganara en el Sánchez Pizjuán”.    -“Ustedes tienen que seguir haciendo lo que hicieron el año pasado, durante el que no le pitaron EN TODO UN AÑO un sólo penalti en contra al RM, con esa serie de entrañables angelitos que alinea: el inefable Pepe, sí, ése que tiene cara de criminal nato y que, la mayor parte de las veces, se comporta como si lo fuera, y, si no, que se lo preguntan a Casquero, al que estuvo a punto de matar a base de patadas en su cabeza; el no menos inefable Ramos, que no puede entrar nunca al balón sin hacer falta, o sea, penalti, si la jugada es dentro del área; el increible niño Marcelo, ése al que alguien del RM ha debido de convencer de lo que es verdad, que el RM tiene licencia no sólo para matar sino encima reírse de todas sus víctimas; el ínclito Albeloa, ése que hace penaltis incluso sin querer; Xabi Alonso, un tipo que disimula su carencia de capacidad cometiendo falta cada vez que entra en juego, etc., etc”.  Y ante todo esto, los negacionistas se dividen en dos clases:  1-los cínicos hipócritas que dicen que no se debe de mezclar el fútbol con la política, cuando éste no es otra cosa que eso, política, pero de la peor especie, de la mala, de la canallesca política, ésa que no tiene otro objeto que servir como el peor de los opios del pueblo, que deja en mantillas aquélla que utilizaban los canallescos emperadores romanos con su “panem et circenses”, por eso el no menos canallesco Rajoy, abandona una situación económicofinanciera  delicadísima para irse a ver a La Roja en la eurocopa;  2-los todavía más cínicos e hipócritas aún que afirman que solamente plantearse el fútbol como tema de debate es de incultos, ignorantes y gente de pésima categoría intelectual, como si pudiera despreciarse olímpicamente, si uno no es un cínico redomado, una actividad humana que seguramente es la más multitudinaria del mundo.  De modo que los que somos personas normales, tanto que comulgamos todos los días con Terencio, pensamos que somos hombres y, como tales, nada humano nos es ajeno, o con ese otro descamisado intelectual que fue Aristóteles: el hombre es un animal esencialmente político, de manera que todo lo que hace no es sino polìtica y todo aquel que no es político o es un dios o una bestia.