¿Nos aferramos a la realidad o nos dejamos inducir en los sueños? Si la pregunta fuera a un niño, la respuesta sería bastante clara, los sueños los permiten desarrollar la ilusión y para ellos, durante un tiempo, es su forma de afrontar la vida. Si esta misma pregunta se dirigiese a una persona adulta, la mayoría contestaría aferrarse a la realidad porque los sueños frenan el avance de la misma. Sin embargo, la respuesta que daría un psicópata a esa pregunta realmente es desconcertante. En este sentido, esta semana descubrimos un nuevo asesino, se trata de una mujer que, inducida en el cuento de Cenicienta, conoce a distintos chicos con el objetivo de llevar a cabo ese sueño del “príncipe azul” pero cuando algo sale mal, acaba matándolos. Este afán de conseguir al chico ideal viene provocado porque en su niñez fue abusada por su propio padre y, como consecuencia, tuvo que abandonar su casa y fue adoptada por otra familia. La UAC investiga los dos asesinatos que ha realizado hasta el momento y descubre un modus operandi de lo más curioso. La asesina mata a sus víctimas con multitud de puñaladas y los introduce objetos como móviles o relojes donde marca las 00:00 horas, a medianoche. Este mensaje impulsa a pensar que a partir de esa hora es un día nuevo donde ella puede encontrar otro chico perfecto. Además el forense descubre una herida en el cuello, de la que Reid establece que ha sido provocada por el tacón de un zapato y que sirve para dar el perfil completo de la criminal.
“El don de la fantasía significa más para mí que cualquier talento para el pensamiento positivo abstracto”. Esta frase final de Albert Einstein refleja en cierto modo esa forma en la que se soluciona el caso, haciéndonos ver que probablemente no se hubiera conseguido de otra manera.