Mentiras Bonitas.

Publicado el 19 octubre 2018 por Carlosgu82

Mis oídos van a explotar. Son las cinco de la mañana, aunque no estoy segura de estar despierta. Quizás esté soñando que me despierto en un sueño de un sueño.

-¡No por favor! – se escucha un sonoro grito desde la planta baja causante de mi estrepitoso despertar. Mi abuela Alana.

Todas los sábados suelen comenzar así, mi abuela se despierta sin falta a las tres y cuarenta y cinco minutos de la madrugada. Ni más, ni menos. Para así poder cocinar un abundante desayuno para mi abuelo y para mi, servir la mesa, limpiar, despolvar los muebles, tener listo el almuerzo, preparar el porche para que mi abuelo se siente a jugar dominó con sus amigos. luego ella así tener la tarde libre y cocinarle aperitivos de media tarde y una cena de los dioses.

Extrañamente, el sonido de hoy es diferente. Porque no fue el sonido de las ollas lo que me despertó, ni la aspiradora, ni el chirrido de las sillas, si no. Más bien un grito de… ¿pánico?

-¡Nolan por favor despierta! ¡No me hagas esto por favor!

Todas mis alarmas se activaron, mi corazón empezó a latir en un ritmo desenfrenado al paso que me iba subiendo por la garganta. Supe que con ese grito, había ocurrido lo inevitable. Mi abuelo acaba de fallecer.

-¡Ayuda por favor! ¡Auxilio! ¡Anissa! ¡Anissa!

Salgo del trance en el que estoy al escuchar mi nombre salir tembloroso y cargado de pánico de mi abuela Ala, no lo pensé mucho cuando salí temblando como gelatina de mi habitación, temiendo lo peor.

Han pasado siete días desde la muerte de mi abuelo.

Sin duda la semana más larga de mi vida, he llorado como nunca, no he asistido a clases, y si he pegado un bocado a la comida en el almuerzo, les digo que es mucho y lo hago porque Ala me obligó.

Mi abuela… mi triste abue… Ala… si para mi fueron unos días muy duros, para ella fueron un infierno. Se deprimió tanto, viendo sus fotos de casados, releyendo cartas, y lo único que hacía era leer y escribir en su propio diario personal. Hoy estamos en el hospital, esperando a que mi abuela muera. Se me hace un nudo en la garganta que aumenta cada vez más con el ardor creciente en mi pecho.

mis padres están aquí para llevarme con ellos una vez que Ala muera, nunca se interesaron por mi y ahora vienen a hacerse los buenos padres teniendo compasión por mi. Quince años de mi vida tuve con los abuelos Nolan y Alana. Y con mucho orgullo digo que son los mejores padres, con un matrimonio impecable, que me llenaron de buenos valores y todo el amor ellos no pudieron.

-Buenas tardes a todos, la señora Alana quiere hablar con su nieta Anissa. – dice el doctor captando la atención de los tres, no lo pienso mucho cuando ya estoy dentro de la habitación.

Ver a mi abuela así, cansada, muchos cables por todos lados, la mirada ida… me rompe el corazón. Sin darme cuenta las lagrimas que retuve horas atrás… caen sin compasión por mi rostro.

-Oh mi pequeña Anissa, no llores. Y mucho menos por una pobre vieja que ya está cansada. – dice mi abuelita con voz rasposa.

-Yo no quiero que… no quiero que… tú te… mueras… – digo hipando.

-Mi niña, es muy duro para las dos. Pero ya llegó mi hora, se fue mi otra mitad… y mi alma necesita estar junto a él. Es muy profundo para ti el entender esto, pero cuando leas mi diario que escribí solo para ti. Podrás entenderlo.

-Tu diario… ¿es para mi?

-Claro mi niña, ¿a quien más le confiaría mi vida? Te dejo mi experiencia en un cuaderno, para que cada día que pase sientas que estoy contigo… no tengo mucho tiempo, solo quiero que sepas que… te amo hija mía – dice cada vez más bajito.

No entiendo nada cuando entran muchos doctores a la habitación, ni me había percatado de que la máquina comenzó a sonar.

Oficialmente, mi corazón acaba de partir. Y no, no se partió. Acaba de partir, junto con mis abuelos.

Estuve buscando durante las últimas dos horas el diario de mi abuela, pareciera que literalmente se hubiera esfumado porque realmente no lo consigo en ningún lado. Me está desesperando porque salimos en treinta minutos y necesito llevarlo conmigo.

Me siento resignada en el piso, mirando y detallando el cuarto vacío de mis abuelos. Recordando cuantas veces yo jugué con ellos, las veces que no podía dormir por las pesadillas y dormía en medio para que me cuidaran de todo fantasma.

Suelto un suspiro resignada ya decidida a ponerme de pie. Paro en seco cuando algo llama mi atención, una madera levantada de una manera muy peculiar, no será…

¡Bingo! ¿Quien diría que el diario de mi abuela estaría escondido bajo el piso de madera?

Con las manos temblando ante la anticipación y los nervios, leo la primera página:

“6 de marzo de 1945 – El Gran día.

Hoy me caso con el hombre de mi vida, mi único gran amor, Nolan. Nos vamos a casar a escondidas porque mis padres no aceptan nuestra unión, sin embargo eso no nos impide amarnos de la manera tan desenfrenada que lo hacemos..

Estoy muy nerviosa, esto es tan loco y descabellado. Nolan cree que me voy a arrepentir, lo que el no sabe es que por el daría mi vida”

Así transcurrieron algunas páginas, como mi abuelo se emborrachó en su noche de bodas, con la llegada de mi madre al mundo… no tenía idea de todas estas cosas.

-Dios mío… – sale de mi boca sin poder controlarlo.

No puedo creer lo que leen mis ojos, mi abuelo. Mi respetuoso y adorado abuelo le había sido infiel a mi abuela durante muchos años… y lo peor de todo. Es que ella lo sabía.

Y lo narraba aquí.

La llegó a engañar con la vecina, con una de sus amigas, y hasta incluso después de anciano… ¡¿con la señora de limpieza?!

Estoy en shock, como mi abuela pudo tomar todo eso con total normalidad, siempre se veía feliz, lo llenaba de amor… esto no puede ser posible.

He llegado a las últimas páginas, después de saltarme unas cuantas. Estoy donde narra su gran tristeza al fallecer mi abuelo y que necesitaba estar con el, porque el era su otra mitad.

La última página está en mis manos, y la leo con suma confusión.

“Anissa mi niña, si estas leyendo esto, es porque el día en que me vuelvo a encontrar con tu abuelo ha llegado, y no dudo que estés confundida. Pero tampoco quiero que pienses mal de el, fue un buen esposo, y me amaba eso lo sé. Muchísimo, tanto como yo a él. Su único defecto, era que él no sabía amar. 

Y yo lo amaba tanto a él, que no me importaba si me engañaba.

Ya era un defecto suyo, y no podía cambiarlo. El miedo de estar solos, es muy mucho más grande de lo que piensas. Me acostumbré a las mentiras tan lindas que las pinté de verdad.

¿Crees que muchas veces no pude hacerle lo que el a mi? 

Claro que pude, pero yo era completamente y eternamente suya y lo seguiré siendo hasta el día en que fallezca que seguro ya llegó, y después de muerta me encontraría prendada su alma. 

Mi amor por el era tan grande que no me atraía ningún otro hombre. Sin embargo creo que eso era lo que ocurría con Nolan, el me amaba, pero no era mío. Y yo no podía retenerlo, porque el amor no es poseer, es entregarse.

Te entrego mi vida en letras por amor.

A Nolan le di mi vida en años por amor.

Mereces un amor que sea tuyo, y tu de él. Pequeña Anissa, hay mensajes ocultos que te faltan por leer, te dejé una herencia en un banco pequeño, donde están los ahorros de estos viejos humildes que ya no están. Conociéndote, llegaste al final por curiosa y no tienes idea de lo que te hablo. 

El amor es un enigma, que no todos comprenden, pero que todos anhelamos.. 

Yo tuve una vida muy feliz, a base de mentiras bonitas. Quiero que tú vivas feliz, a base de un amor de verdad.

Te ama y te extraña tu abuela Ala que siempre te cuida”