Verdad bíblica #5:un escape hacia élCuando mi hija mayor tenía tres años, le retiraron algunos puntos de sutura de su barba. Al estar sentada petrificada al borde de la mesa del doctor, observé la mirada con que ella veía el rostro de mi esposa. La confianza absoluta, el amor y la dependencia que mostró en sus ojos azules profundos permanece grabada en mi memoria. Es esa mirada de confianza y amor la que le debemos a Dios. Esa mirada absorta nos salvará al mirar a nuestro Dios para retirar los puntos de sutura de pecado. Jesús dijo que para entrar al Reino de Dios debemos ser como niños pequeños, mirando por la fe el rostro de Cristo.Pero los paganos desdeñan la necesidad de buscar al Dios de la Biblia. De acuerdo con el cristianismo, tal dependencia en Dios es la única solución posible. Los paganos miran hacia adentro, lo cual la Biblia declara que es la esencia del pecado y es la cumbre de la necedad. Estas dos soluciones difícilmente pueden ser más contradictorias. Los cristianos van a Cristo, el Creador todopoderoso y Redentor (Col. 1:15–20), porque ir a aquel que hizo los cielos y la tierra y que tiene el poder para redimirlos, es tanto bueno como sabio.Cuando era un hombre joven de veintinueve años, estaba atormentado por una profunda sensación de indignidad. Aunque había crecido en un hogar cristiano, y estaba a la mitad de un doctorado en teología, me despertaba cada mañana con un sentimiento de náusea en mi estómago, causado por el horror de mi inseguridad.Un día fue diferente. Estando incapaz de funcionar, me di cuenta de que estaba al final de mis recursos. Habían fallado todos mis intentos de resolver mi pasado pecaminoso y aterrador. En mi situación de total desesperación, clamé a Cristo. Fijé mis ojos en el Hijo de Dios, y le vi estando clavado en la cruz por mi pecado. Me quedé dormido, con un sentido abrumador de que este acto había sido por mí, sin intereses de por medio.La siguiente mañana fue el primer día del resto de mi vida, y fue diferente porque salté de la cama con la poesía de un himno en mis labios:Con manos vacías vengo yo,me aferro a tu cruz.Vísteme tú, desnudo estoyIndefenso a tu gracia voyFui inmundo a la fuente doLavóme Cristo que moría yoPor la obra poderosa del Espíritu Vivificador de Dios, estaba vivo, y cada mañana, desde entonces mi vida ha seguido de la misma manera, tan gloriosamente diferente.Los cristianos van a Cristo para recibir la única solución satisfactoria para su pecado y culpa. Puesto que es la solución de Dios, existe una verdadera liberación del tormento de una mala consciencia. Estas son las buenas nuevas increíbles del Evangelio. La liberación no viene de aceptar el mal de uno como si fuera algo bueno. Viene de postrarse ante la cruz de Cristo, pues allí se realizó el pago verdadero y único por el pecado. Cristo, el que no pecó, lleva nuestros pecados al morir por nosotros en un tiempo y lugar específicos en la historia de la humanidad. En ese momento, el precio de nuestro pecado fue pagado. Nuestra cuenta delante de Dios es limpiada, no cuando aceptamos, sino cuando confesamos nuestros pecados, y al ponernos la toga de la justicia de Cristo. En toda la historia humana esta es la única transacción que satisface la norma de la justicia de Dios.Todos creen en la redención, pero las perspectivas sobre la redención difieren dramáticamente. Los paganos creen que la redención es la liberación del Creador. Los cristianos creen que la redención es la reconciliación con el Creador, a través de sus actos salvíficos. De acuerdo con la verdad del evangelio, no puedes hacer nada, excepto extender tu mano. Dios hace todo. El Padre en amor concibe la redención; el Hijo en sumisión la completa; y el Espíritu Santo, en poder la aplica a los corazones humanos indignos, al levantar el cuerpo muerto de Jesús de la tumba, y al dar a los creyentes el anticipo de su futura vida de resurrección. ¿Puedes crear un universo físico fabulosamente complejo como en el que vivimos? ¿Puedes devolver la vida a un muerto, o manejar tu propio pecado? Si eres honesto tu respuesta es “¡No!”Necesitas al Dios del evangelio. Los dos eventos de la creación y la resurrección definen nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Las mentiras del paganismo nunca podrán falsificarlos.Al conocer al Dios todopoderoso de la Biblia y su amor que obra por nosotros, descubrimos quiénes somos en realidad: criaturas redimidas, enteramente dependientes del amor del Creador. La primera gran verdad que aprendemos acerca de nosotros mismos es la distinción entre el Creador y la criatura. Esta distinción es tanto verdadera como vivificadora. Todas las demás distinciones creadas por Dios (algunas de las cuales descubriremos a continuación) también son verdaderas y vivificantes. Al aceptar nuestro lugar entre ellas, damos gloria a Dios, Creador y Redentor. El tesoro del evangelio es expresado en vasos creados y terrenales (2 Cor. 4:7). Reconciliados con el Creador, recibimos sus distinciones y vivimos con agradecimiento gozoso al estar esperando el nuevo cielo y la nueva tierra.creador/criaturaPor la salud del planeta y el bien de la humanidad, Dios debe reinar sobre su creación, y las criaturas deben someterse a su reinado. Cuando Dios es eliminado, como en la perspectiva pagana de la ecología de hoy en día, las cosas se enloquecen. Como dijo una feminista prominente adoradora de la tierra, “la naturaleza estaría mucho mejor sin nosotros”. Cuán diferente es esto a la Biblia, la cual le da a la humanidad el señorío y la administración de la tierra. En el mundo que Dios creó, puso estructuras para recordarnos que él no puede ser confundido con las cosas que creó.dios/hombreComo en muchas religiones del mundo, el monismo cree que el hombre es Dios, o al menos que la suma total de toda la obra y valor humanos es igual a Dios. El hombre no le debe adoración u obediencia a un Dios que esté fuera de la creación, que se revele a sus criaturas, que las ame y se comunique con ellas con verdad objetiva.animales/humanosUn profesor prominente de ética de la Universidad de Princeton, autor de muchos libros sobre los derechos de los animales, argumenta que un bebé de un mes no es más valioso que un caracol. Si no hay distinciones, los seres humanos serán tratados como animales, y los animales, como humanos. El Dios de la Biblia ha ordenado amorosamente el mundo: los animales sirven a la humanidad, lo cual simboliza la manera en la que los seres humanos deben servir a Dios. Los animales son evidencia del poder creativo de Dios. Los seres humanos responden ejerciendo una mayordomía sabia de todo lo que Dios hizo para su bien.bueno/maloCuando lo bueno y lo malo están presentes, la vida moral es posible, la existencia humana es significativa y la sociedad es preservada. Sin esta distinción, la sociedad se denigra. La verdadera experiencia espiritual está basada en la justicia, no en el pecado.vida/muerteLa Escritura denuncia a la muerte como una horrible influencia maligna en la creación. Es “el último enemigo”, una expresión real de la maldad que ha sido conquistada por la resurrección de Cristo. La ignorancia de este hecho produce un triste engaño.cristo/satanásEl conocimiento de Cristo trae la esperanza de la vida eterna: Satanás es el engañador, disfrazado como un “ángel de luz”, pero realmente es un león rugiente. El hacer esta distinción es crucial para la supervivencia espiritual. No damos la bienvenida al anticristo, sino lo resistimos, manteniéndonos firmes en la fe. Jesús mismo, nos muestra cómo defendernos de las estratagemas de Satanás, y esto es por medio de vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios. La mejor defensa del cristiano para defenderse de los falsos cristos es conocer al Cristo de la Escritura.cielo/infiernoSi estuvieras en un barco pequeño, sin estar consciente de que unos kilómetros más abajo en el río están unos rápidos mortales, y una persona de la localidad no te lo hubiera dicho, su silencio sería un silencio escandaloso. Algunos países considerarían tal silencio como un delito: «negación de ayuda a personas en peligro». El conocimiento acerca del cielo y del infierno y sus consecuencias eternas es esencial si la humanidad ha de encontrar un escape del peligro espiritual. Los cristianos que advierten a sus amigos acerca de la existencia del infierno no son orgullosos o fariseos. Sino están tirando una cuerda para aquellos que están navegando de frente hacia los rápidos.pecado/santidadPara resolver nuestro problema necesitamos conocer la verdad acerca del pecado. “La paga del pecado es muerte” (Rom. 6:23). También es cierto que sin santidad nadie verá a Dios. Estas son nociones cruciales. Debido a que somos pecadores, sólo la santidad de Cristo, que nos cubre cuando confiamos en su sacrificio a nuestro favor, nos permitirá “ver a Dios”. Nuestro pecado sólo nos conducirá al desastre social y eterno.la biblia/otras escriturasA pesar de la sabiduría terrenal que pueda contenerse en las tradiciones religiosas, la Biblia es el único texto escrito que es “inspirado por Dios”, por el Dios que está fuera de la creación, y por lo tanto, es la única Escritura capaz de hacernos “sabios para salvación” (2 Tim. 3:15).ortodoxia/herejíaExiste una creencia correcta y una creencia incorrecta, aún si la creencia incorrecta pretende ser cristiana. Como dice el apóstol Pablo con gran énfasis, «si alguien os predica otro evangelio distinto al que han recibido, sea anatema» (Gal. 1:9)cristianismo/paganismoLa Biblia condena las formas falsas de la fe cristiana, pero se opone con mayor vigor contra las religiones no cristianas, tanto en el Antiguo como en el Nuevo testamento. En el Antiguo leemos: “Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de Jehová su Dios, y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera” (Jueces 3:7). Pablo también tiene palabras duras para los cristianos tentados a participar en ceremonias paganas: “Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios” (1 Cor. 10:20). No hay terreno en común, a pesar del llamado de los teólogos “cristianos” radicales a adentrarse en la espiritualidad de las religiones no cristianas con el fin de experimentar “verdadera” espiritualidad y tolerancia. La Biblia no es ambigua: “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios” (1 Cor. 10:21).hijo/padreLa Biblia presenta un hermoso cuadro del hijo obediente y feliz, y de un padre amoroso y responsable, en el cual los papeles no se confunden y las expectativas son claras. Tal orden no sólo es fundamental para la salud mental y espiritual de la familia como Dios la creó, sino también expresa algo profundo acerca de la persona del Dios trino, quien se revela a sí mismo especialmente como el padre sabio, amoroso Hijo, y poderoso Espíritu (Ef. 6:1–4).familia tradicional/familias alternasEl mantener el modelo familiar bíblico patriarcal y heterosexual, honra a Dios, el gran patriarca, y también preserva la sociedad. Esta familia es el bloque esencial de una civilización madura. Cuando se abandona, el colapso social rápidamente ocurre. El amor de un padre que protege a su esposa y a sus hijos, refleja el amor de Dios para su hijos. El amor de un hombre por su esposa refleja el amor de Cristo por su iglesia. Deja de mostrarnos un vistazo de la futura familia celestial de Dios debido a que los pecadores abusan de esta estructura.autoridad/sumisiónLa gente a menudo odia la autoridad, no obstante es esencial para la manera en la que Dios nos hizo, y para la manera en la que él puso juntas todas estas distinciones enriquecedoras. Las estructuras de autoridad son parte de la variedad de la creación, de la rica paleta de colores de Dios. No hay nada degradante en la sumisión. Tal y como el Hijo se somete a su Padre amoroso para ganar salvación para nosotros y un día se someterá a Dios el Padre (1 Cor. 15:24–28), así también nosotros nos sometemos unos a otros: los ciudadanos a los gobernantes (Rom. 13:1–14), las esposas a los esposos (Ef. 5:22–24), los hijos a sus padres (Ef. 6:1–4), los empleados a sus patrones (Ef. 6:5–9) y la iglesia a Cristo (Ef. 5:24).conclusiónLa solución final no es la destrucción de estas distinciones creadas sino la resurrección/transformación en el nuevo cielo y la nueva tierra de Dios. Al estar esperando el milagro final y transformador de la resurrección, debemos saber que la vida cristiana no siempre es espectacular exteriormente. La Biblia pone los pies sobre la tierra y es muy honesta. Pablo describe la posición cristiana en el mundo de esta manera: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Rom. 8:18). Jesús promete que los cristianos serán odiados y perseguidos como lo hicieron con él. Aunque todos deseamos una espiritualidad completa que nos satisfaga completamente, no experimentaremos la paz y el gozo perfectos sino hasta que la última batalla con el gran mentiroso y engañador haya terminado y Cristo regrese para recibirnos en el hogar que ha preparado para nosotros. Mientras tanto, somos llamados a obedecer fielmente en las luchas concretas y diarias de la vida, siendo fieles a Dios, nuestro Creador y Redentor, en las distinciones que él ha establecido. El conocimiento y amor a Dios es la perla de gran precio, el tesoro que ahora tenemos en vasos de barro, sin el cual la vida no tendría sentido.
Con tal tesoro en nuestras manos, vivimos por fe en lo que Dios ha hecho cuando resucitó a Jesús de entre los muertos, y en lo que hará cuando nosotros y toda la creación sea transformada (Ro. 8:22–25). Como dice la Biblia, en esta vida “andamos por fe … ” (2 Cor. 5:7).