Nos hemos acostumbrado a que la política malentendida haga juegos malabares con las palabras, manipule las mentiras hasta transformarlas en verdades y presente como inocentes a quienes son culpables, en este caso concreto de la crisis económica y sus consecuencias. El lehendakari López, por ejemplo, emplazó ayer a los jóvenes “indignados” a que pongan los medios para cambiar el sistema, en lugar de renegar de el. Inaudito. Quienes han aprobado la reforma laboral, abaratado el despido, legitimado la precariedad, impulsado la burbuja inmobiliaria, recortado derechos sociales, negado la participación ciudadana,…. pretenden ahora convertirse en la conciencia de una movimiento que nace precisamente de la crítica y contestación a su política neoliberal. Según López, mientras la juventud demandaba respuestas a sus necesidades, “estábamos dando respuestas a otras cosas“. No señor. Mentira. No estaban a otras cosas. Estaban cumpliendo las órdenes que el mercado les dictaba y jodiendo la vida conscientemente a quienes ahora dicen defender. El lehendakari cree (¿?), que “los jóvenes piensan que tienen por delante un futuro más incierto que el de sus padres, ante una crisis que ellos no han provocado pero de la que son las principales víctimas” . En este punto, debo darle toda la razón, pero se le olvida a López decir quiénes son los responsables. Yo se le recordaré: su partido -el PSOE- y el mismo.