Todos los domingos se organiza en el Arenal bilbaíno un mercado con puestos llenos de flores. La verdad es que ahora, como se está tan bien al solito, es muy agradable darse una vuelta y, además, como ya está aquí la primavera hay que ir a comprar las flores para los balcones y terrazas.
Así que, ayer fui yo. Hizo un día super bonito (al menos por la mañana) y compre, por fin, las plantitas que voy a poner este año en mi terraza, luego me pase por la Plaza Nueva donde, también los domingos, se vende de todo (libros, minerales, canarios... ) y los niños (yo también lo hacía) intercambian sus cromos para ver si, por fin, pueden acabar la colección pertinente.
Después, a tomar el aperitivo (¡¡ que estamos en Bilbao ¡¡) y a casita a comer y descansar que hoy había que madrugar.
¿Quién dijo que los domingos eran un rollo?