Vaya por delante que no soy mucho de social ni street; de hecho esta es la primera vez que me he adentrado en este mundillo. Claro, que decir esto es como decir que no te gustan las películas de acción… y seguro que alguna hay que te acaba gustando.
El caso es que hace unos días salí a hacer fotos por el centro de Madrid. Pensaba seguir con mi fotografía de edificios y tal; aunque el cielo estaba muy gris y plano hice alguna foto que me gustó, pero el cuerpo me pedía más.
Después de un rato andando me apeteció hacer una parada… me puse en “modo guiri” y fui al mercado de San Miguel a por un bocadillo de jamón y una copa de vino. Para aquellos que no seáis de Madrid el Mercado de San Miguel es un antiguo mercado reconvertido en algo “moderno”, pensado para pasar un rato agradable tomando una tapa en un ambiente distinto. La verdad es que merece la pena visitarlo, pero tened en cuenta que está pensado para el turismo así que es más caro que un bar cualquiera de otra zona de la ciudad.
Una vez pedido un minibocadillo de jamón en un puesto y una copa de vino de Madrid en otro me senté en unas mesas que hay en la parte central del mercado. Desde allí comencé a mirar a mi alrededor y empecé a ver fotos por todas partes.
Estaba en un dilema, nunca me ha gustado que en mis fotos apareciesen personas de manera reconocible, pero era una ocasión magnífica. Además por todas partes había turistas (y locales) haciendo fotos, así que pensando que fijo que yo aparecía en algunas pues tocaba igualar la cosa y ponerme a sacar fotos de otros visitantes.
Tengo que reconocer que me gustó la experiencia hasta el punto que cuando salí del Mercado seguí haciendo fotos callejeras (algunas las iré subiendo al blog).
Aquí os dejo las fotografías resultantes de mi primer acercamiento a esta genial modalidad fotográfica:
Como es mi primer acercamiento a este estilo de fotografía agradecería vuestros comentarios.