Hoy en día, muchas empresas (las que han logrado sobrevivir) compiten únicamente por precios. Es conveniente recordar que esta es sólo una de las estrategias posibles, y que sólo es adecuada para cierto tipo de compañías, que logran ser suficientemente competitivas en ese apartado. La competencia aprieta, los márgenes se reducen y la bajada de los precios parece obligada. ¿Es realmente así?
En esta situación,