Esta parece ser la segunda generación de la era digital, en lo que a sistemas de construcción se refiere. Muy lejos quedó nuestro amigo Mendelsohn fracasando el intento con hormigón de esa escultural torre Einstein con encofrados tradicionales. Luego de una primera generación, donde recordamos los esfuerzos de Frank Gehry por diseñar y construir el Guggenheim y el romántico Ginger & Fred a orillas del Moldava, en el centro de Praga, con información en 3D directa al fabricante de vidrios.
Ahora, el desafío de la Ingeniería es traer a la realidad los sueños digitales de arquitecturas desafiantes de gravedad y de la vista. Allí percibimos los sistemas de encofrados pensados para edificios basados en la repetición de un esquema, combinados con artesanías desarrolladas a partir de software y reconocimiento de base de datos de las piezas estructurales.
Cuatro edificios componen el conjunto del Museo (Museum, Technology Centre, Parking Facilities, Connecting), 48 metros de altura para los 45.000m3 de hormigón más complejos de la década. La Rampa Mythos, torcionada y cortada en gajos, fue uno de los grandes desafíos. Si la admiración por el edificio nos era elocuente, más aún con las imágenes de sus etapas de construcción. Acá, como decíamos hace tiempo, Monge agoniza. No tiene sentido un corte, salvo por el valor esquemático. La complejidad tridimensional fue pasada vectorialmente a PERI Alemania y desde allí se fueron resolviendo los diversos sectores. Siempre pensando en 3D. Como siempre en la historia, la más alta tecnología requiere de un feliz matrimonio con la más tradicional artesanía. Niveles de calidad en todo el proceso de Diseño y de Construcción, con un lenguaje común. Para entusiasmarse un poco con la realidad, después de tanto dibujito.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
(agradecemos el envío del material por la empresa PERI Argentina)