En Merchants of Doubt (Los mercaderes de la duda), se trata del tema de la ciencia que trabaja bajo los intereses de la industria. O mejor dicho, de como la industria utiliza la ciencia en favor de sus intereses. El relato se basa en documento gráfico de hemeroteca y en entrevistas en el se desgajan temas donde ha habido cierta confusión entre lo que dice la industria y lo que decía la comunidad científica como pueden ser el tabaco o el cambio climático.
Desde el principio, dónde un ilusionista en the Magic Castle de Los Angeles nos enseña que lo importante para hacer el truco es hacer que todo el mundo mire hacia otra parte. Poesía visual para explicar las técnicas usadas por las grandes empresas para engañarnos. Así pasa a hablar de esos temas donde la evidencia científica, muchas veces conocida de antemano por la industria, era contraria a sus intereses. Y a como basan su estrategia en simplemente hacer una cosa: crear dudas. Así se lo deja claro una empresa de relaciones publicas a las tabaqueras allí por los años 50. No podéis negar que el tabaco cause cáncer, pero si podéis sembrar la duda. Y la duda se convierte en una herramienta al servicio de esa maquinaria de hacer dinero a costa del tabaco.
Es impactante ver lo simples, pero a la vez efectivos que son las técnicas usadas para crear esa duda que haga que el público y los gobiernos, no se acaben de posicionar. La creación de pantallas, de terceros a los cuales que culpar. O el caso de la utilización de falsos expertos, personas que motivadas por cuestiones de tipo político, toman partido y defienden lo que es indefendible. ¿Que tiene que ver el tabaco o el cambio climático y otros temas con una postura anti-comunista?. Tendrás que ver el documental para averiguarlo.
Al final es un truco de prestigitador, y como tal. se acaba descubriendo. Son las mismas técnicas que usan los que defienden no vacunar a sus hijos, o los que defienden cualquier pseudomedicina. Sólo hay que fijarse, para ver hacia dónde nos distraen, y el truco se descubre.