¿Merece la pena diferenciar entre Coaching y Psicología?

Por Maria Mikhailova @mashamikhailova

El por qué de este artículo

La semana pasada, María compartió un artículo escrito por Anna Aparicio, Coach de Profesionales Sanitarios, en el que enumeraba las diferencias entre un Coach y un Psicólogo.

No es la primera vez que veo esa misma lista, una lista que no hace más que transmitir una visión muy limitada y negativa de la Psicología y de la forma de trabajar que tenemos los psicólogos.

No es de extrañar, por tanto, la reacción que generó entre profesionales de la psicología. A mí personalmente me ha hecho reflexionar acerca de la necesidad de diferenciar y desvincular el coaching de la psicología.

Al fin y al cabo, ambos tienen tantos aspectos en común que realmente tendría más sentido mencionar sus similitudes y apoyarse el uno en la otra.

Especialmente cuando hablamos del Life Coaching, coaching de vida o coaching personal. Intentar establecer diferencias pierde sentido.

Por eso me he animado a escribir este artículo, con el fin de aportar una visión más amplia y conciliadora acerca de las diferencias entre coaching y psicología y, para aportarte lo que yo considero que son criterios más realistas/acertados para decidir a qué profesional acudir.

Coaching y Psicología: inseparables de principio a fin

Aunque es cierto que el coaching se ha nutrido y se nutre de muy diversas disciplinas como la filosofía, el deporte, la lingüística, los negocios, etc., la psicología ocupa un lugar y un espacio importante en su desarrollo, debido a la multitud de aportaciones que ha hecho al coaching:

  • la relación centrada en el cliente que aporta la psicología humanista, siendo esencial Carl Rogers;
  • la teoría de la Gestalt de Fritz Perls; la logoterapia de Viktor Frankl; la terapia cognitiva de Aaron Beck y Ellis;
  • la comunicación con la escuela de Palo Alto de Paul Watzlawick y Gregory Bateson;
  • el desarrollo del potencial humano de Abraham Maslow; la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura;
  • el constructivismo de Jean Piaget; la terapia breve estratégica o el enfoque centrado en las soluciones de Watzlawick, Fisch y Weakland;
  • la orientación sistémica con Virginia Satir; la inteligencia emocional con Peter Salovey y John Mayer y el gran aporte en su difusión de Daniel Goleman; la psicología positiva con Martin Seligman y Mihalyi Csikzentmihalyi;
  • el análisis de tareas, el análisis funcional, las teorías de la motivación, las bases de la autoestima... y un larguísimo etcétera.

Por otra parte, si atendemos a la definición que hace la ICF (International Coach Federation) de lo que es coaching, vemos cómo cada vez tiene menos sentido separar el coaching de la ciencia psicológica:

"El Coaching es una relación profesional continuada que ayuda a que las personas produzcan resultados extraordinarios en sus vidas, carreras, negocios u organizaciones. A través de este proceso de Coaching, los clientes ahondan en su aprendizaje, mejoran su desempeño y refuerzan su calidad de vida".

Si producir resultados extraordinarios en la vida de las personas (y las organizaciones o equipos de cualquier naturaleza, formados por personas), mejorar su autoconocimiento, su desempeño y su calidad de vida no es competencia de la psicología, entonces ¿qué lo es?

Especialmente cuando el coach es un life coach o coach personal, pero también cuando se está haciendo coaching ejecutivo, o deportivo:

Falsas diferencias entre un Psicólogo y un Coach

No voy a entrar en detalle en este apartado. Para eso te invito a leer el listado de diferencias que se mencionan en el artículo, en base al cual surge éste, y los comentarios que aparecen en el mismo.

Sin embargo, te hago aquí un resumen: no es cierto que los psicólogos nos centremos en el pasado, en los problemas, hablemos de trastornos, y ocupemos una posición superior sobre el paciente, que es un sujeto pasivo que recibe nuestros consejos y hace todo lo que nosotros le decimos.

Eso es posible en el caso de los psicoanalistas, y estoy segura de que habrá quienes nieguen esta afirmación.

Es decir, esa visión del psicólogo es tremendamente reduccionista, dando muestra de lo poco que se conoce hasta qué punto la psicología ha ido evolucionando y creciendo desde sus inicios.

En ese sentido, podemos decir que hoy en día una gran proporción de psicólogos tenemos los mismos objetivos, técnicas y recursos que los coaches:

Un enfoque centrado en el cliente, en las soluciones, siendo este proactivo y protagonista del proceso, donde se marcan objetivos, se entrenan habilidades, se mira a futuro, desde una visión positiva de la persona, del entorno y de las circunstancias.

¿Dónde están realmente las diferencias entre coaches y psicólogos?

Si el sujeto para y con el que se trabaja es el mismo (individuos o grupos, desde adolescentes a jubilados, pasando por jóvenes, madres, solteros, divorciadas, empresarios, deportistas, desempleados...), se actúa sobre las mismas áreas de trabajo (personal, laboral, deportivo, social, ocio, crecimiento personal, negocios, maternidad, etc.) y la forma de intervenir también es compartida (centrada en soluciones, en el cliente y en sus fortalezas, para lograr objetivos y aumentar su bienestar), ¿dónde están las diferencias?

Formación:

  • Los psicólogos cursamos una carrera universitaria, es decir, estudios oficiales y reglados (validados por el Ministerio de Educación) de 300 créditos, o lo que es lo mismo, más de 3.000 horas de estudios. En esos años de universidad estudiamos qué hace a la persona ser, sentir, pensar y actuar como lo hace, los procesos neurológicos en la base de la conducta humana, las distintas patologías, su origen y forma de intervenir en ellas, factores que generan sufrimiento y cómo evitarlos, aquellos que generan bienestar y cómo fomentarlos, cómo actuar sobre los distintos procesos cognitivos, de aprendizaje, motivacionales, emocionales, de la persona... En definitiva, adquirimos un amplio bagaje de conocimientos que nos permite identificar e intervenir con relativa eficacia sobre una amplia variedad de aspectos relacionados con el ser humano.
  • Los coaches tienen una mayor diversidad de estudios no reglados, no regulados por un organismo público oficial. La duración, los contenidos (PNL, inteligencia emocional, cómo establecer objetivos, etc.), la metodología... varía mucho más que en el caso de los estudios de psicología. Hay coaches con un diploma de un curso de 100h a distancia, sin prácticas ni seguimiento de ningún tipo, y otros que se han formado presencialmente y que cumplen más de 500h de práctica profesional para poder ser certificados como coaches. Por ese motivo surgen asociaciones y federaciones, con el fin estandarizar y definir criterios de calidad para todas las formaciones que existen, y para el ejercicio de la profesión. Las organizaciones más conocidas, que ofrecen formación e intentan regular la profesión, se encuentran la International Coach Federation (ICF) y la Asociación Española de Coaching (ASESCO).

Categoría profesional:

  • Los psicólogos: el epígrafe de actividades económicas correspondiente será el 776 (Doctores y licenciados en ciencias políticas y sociales, psicólogos, antropólogos, historiadores y similares), no existiendo distinción por especialidades.
  • Los coaches: no existe uno especial para los Coaches. El mejor epígrafe en el que suelen incluirse es el 777: Especialistas en Asuntos de Personal y Orientación y Análisis Profesional. Si te fijas, aquí sólo podrían entrar los coaches ejecutivos o empresariales. Los coaches personales no estarían bien ubicados aquí.

¿Tienen estas diferencias algún valor?

Depende de quien lo mire, pero la realidad es que, a pesar de que coaches y psicólogos tengamos diferente formación y nos apuntemos en Hacienda en una categoría diferente, al final todos terminamos haciendo más o menos lo mismo.

Pero sí que me gustaría hacer referencia a este dato reflejado por INFOCOP:

"A pesar de que el coaching, por definición, trabaja con poblaciones no clínicas, los estudios han puesto en evidencia que entre el 25% y el 50% de las personas que solicitan servicios de coaching presentan niveles de psicopatología clínica (ver Green, Oades, y Grant, 2006; Spence y Grant, 2005). Parece, por tanto, que la formación en la identificación de los aspectos clínicos y de salud mental que ofrece la ciencia psicológica, constituyen elementos necesarios para garantizar unos servicios éticos y de calidad en coaching".

Este es uno de los datos que algunos psicólogos usarán para defender la psicología (o el coaching hecho por psicólogos) frente al coaching hecho por coaches sin formación universitaria.

Los psicólogos, ¿sabemos más que los coaches?

En mi opinión, un título no te da la capacidad para detectar problemas e intervenir en ellos. Y aunque supuestamente un título debería significar que se cumplen ciertos criterios de rigor, todos sabemos que no siempre es así.

Conozco psicólogos que se han conformado con los conocimientos que adquirieron en la carrera (que dependiendo de la universidad, fueron mejores o peores), que no han profundizado ni ampliado... que no han trabajado sus habilidades personales y profesionales como la empatía, la asertividad, la escucha activa, la inteligencia emocional, etc.

Y conozco coaches, u otro tipo de terapeutas no psicólogos, que en este terreno son increíbles. No habrán estudiado la carrera pero tienen un conocimiento del ser humano, a nivel teórico y práctico, que alcanza o sobrepasa al de algunos psicólogos.

Así que, a la hora de escoger un profesional u otro, son varios los aspectos que tendrás que analizar y valorar para tomar tu decisión.

Criterios para elegir a un Coach, Psicólogo o Psicoterapeuta

  • Titulación: si para ti es importante este aspecto, te interesará conocer si quien te va a atender es psicólogo titulado, coach certificado, coach sin certificar o sin reconocimiento, psicoterapeuta con formación universitaria (por ejemplo, terapeuta ocupacional con formación en terapia Gestalt), psicoterapeuta sin formación universitaria, etc. ¿Cuál es la titulación que más tranquilidad y seguridad te ofrece a ti?
  • Método de intervención: si buscas un poco en internet puedes leer acerca de las diferentes líneas de intervención y escoger aquella con la que más te identifiques (cognitivo-conductual, humanista, transpersonal, Gestalt, sistémica, ontológico...)
  • Especialización: también te interesa saber si se ha especializado (o no) en una población y situación concretas (por ejemplo, en mujeres jóvenes para escoger una profesión, o en hombres adultos para aumentar y mejorar sus relaciones sociales, o en profesionales de las ventas para gestionar su ansiedad al hablar en público, etc.) Para mí, este es uno de los más importantes, junto con los valores. Necesitas saber si la persona que va a atenderte sabe cómo ayudarte a conseguir lo que quieres.
  • Experiencia: a lo mejor buscas a alguien que tenga más años de experiencia frente a alguien que acaba de entrar al mercado laboral, pero puede que este factor no sea el de mayor peso para ti.
  • Valores: hay otros aspectos más sutiles que conocer de la persona para elegirla, y son sus valores. Cómo ve ella "la vida", qué entiende por sufrimiento, qué es para ella la felicidad, qué es lo más importante para ella en el proceso terapéutico (rigor, cercanía, objetividad, espiritualidad, rapidez, sencillez, profundidad, los objetivos, los sentimientos...) Algunos estarán reflejados explícitamente en su página web (si la tiene), o te los mencionará en una sesión informativa, pero otros tendrás que "leerlos entre líneas". ¿Qué valores te gustaría que tuviera? ¿Cuáles no te importaría que no tuviera, y cuáles no podrías ignorar que tiene o no tiene el coach/psicólogo/terapeuta?

Mi consejo para escoger la mejor opción

Haz una lista con tus criterios y tómalos en cuenta para decidir.

Olvídate de las "supuestas diferencias" entre coach y psicólogo, de lo que "los demás" dicen que es mejor, más fiable, más válido, más recomendable, más seguro... Piensa en ti.

Luego, conoce concretamente a la persona que va a ayudarte.

¿Qué tipo de persona buscas para que te acompañe a lograr tus objetivos? ¿Con cuál te vas a sentir más a gusto, en cuál vas a confiar más? ¿Cómo es exactamente el profesional que va a atenderme? ¿Cumple los criterios que vas buscando, que son importantes para ti?

No hay UNA profesión correcta y otra incorrecta. Hay profesionales. Y hay clientes. Es como casar "cada oveja con su pareja".

Busca la tuya, aquella con la que sacar lo mejor de ti. Independientemente de si estudió coaching o psicología, o las dos, o ninguna.