Son productos cuyo coste puede rondar los 600 o incluso superar los 900 euros, y sin embargo, algunos no adoptan las suficientes medidas de protección ante caídas o incluso para evitar un peligroso roce con las llaves en los bolsillos. ¿Somos realmente conscientes del coste de no proteger convenientemente el móvil? La firma Zagg ha puesto cifras al problema: los estadounidenses llevan gastados más de 23.500 millones de dólares (datos acumulados hasta 2014) en reparar pantallas de móviles dañadas y sin duda el dato más llamativo es que a la mitad de los menores de 35 años se les romperá la pantalla de su móvil antes de un año.
Estas cifras nutren a un número de empresas y productos dedicados a la protección de nuestros móviles, y en especial las fundas y los protectores de pantalla. La idea es que, partiendo de la base de que es muy probable que en algún momento se nos caiga o rayemos el móvil, este cuente con la protección necesaria de cara a minimizar las consecuencias del incidente. Y sobre este asunto existe un gran debate en la red: ¿debe protegerse el móvil o bien confiar en el saber hacer del fabricante en la residencia del chasis y la pantalla? El criterio más conservador es, sin duda, dedicar algo de dinero para proteger un equipo que es además, muy caro: se estima que reparar una pantalla rota costará, como promedio, 144 dólares, mientras que comprar un protector de pantalla supondrá el desembolso de apenas 23 dólares.
El protector de pantalla es una pequeña capa que se adhiere al frontal del móvil con la idea de evitar rayas en caídas o por el simple choque con las llaves o monedas en el bolsillo. Zagg, creador del popular protector Invisible Shield ha llevado a cabo un estudio de mercado que revela los motivos estéticos o la pereza de los usuarios como principales obstáculos a la hora de comprar e instalar un protector de pantalla. Estos argumentos pueden parecer baladí, pero cuentan con muchos defensores: ¿por qué ocultar mediante una funda o tapar con un plástico un chasis en el que los ingenieros de grandes empresas como Apple o Samsung han dedicado horas y horas de desarrollo?
Por otro lado, los fabricantes ya invierten en materiales para lograr que las pantallas de sus móviles sean altamente resistentes a arañazos y sus chasis aguanten cada vez mejor las caídas. Pero no es suficiente y es aquí donde cada uno deberá hacer balance entre lo que está dispuesto a perder en lo referente a lo estético y el nivel de protección que desee otorgar a la pantalla de su móvil. Otro factor sin duda relevante a la hora de optar por proteger al máximo el móvil es mantener su valor de reventa: en segunda mano, cualquier marca, por pequeña que sea, devalúa considerablemente el producto.