La mezcla de sabores en mi cabeza me decía que no sabía si me iba a gustar. Me resultaba un poco extraño.
De todas maneras el otro día me dieron un montón de tomatitos cherry recién cogidos y pensé que era el momento perfecto para probar la mermelada.
Los cherry me encantan en las ensaladas, me gusta la sensación de "explotarlos" en la boca. Pero era algo más de un kilo y no iba a conseguir comérmelos todos.
Os invito a que probéis esta receta.
Resulta riquísima combinada en una tostada con cualquier tipo de queso fuerte. Me queda probarla con paté, sustituyendo a la clásica mermelada de frambuesa, seguro que también queda espectacular.
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