Pero eso es muy fuerte (lo digo por experiencia) así que, traicionando mis propias convicciones, decidí moderarme y hacer una mermelada de pimientos verdes picantes (unos grandecitos que vienen desde Almería) y un pimiento verde morrón normal y corriente… por si acaso. Y eso sí, decidí darle un toque “chutney” al añadirle un buen chorro de vinagre de Jerez. Y el resultado es… ¡brutal!, ¡me encanta!. La verdad es que el color no me ha salido como esperaba, pero os aseguro que el sabor es maravilloso y que es un gran complemento para una carne o pescado a la barbacoa o, por qué no, para untar pan.
Ingredientes:- 250 gr. de pimientos verdes
- 80 gr. de azúcar
- Un buen chorro de vinagre de Jerez (opcional),
- Un poco de sal
- AOVE
Elaboración:
1.-
Lavamos, despepitamos y picamos los pimientos
para rehogarlos unos minutos en una sartén con un poco de aceite y sal.
2.-
Cuando estén un poco blandos, añadimos el azúcar
y el vinagre y bajamos el fuego para
cocinarlos a fuego lento hasta que alcance la textura deseada (va a depender
mucho del tipo de pimientos, vamos,
de su carnosidad).