Mesas de luz para niños y cómo utilizarlas

Por Demieles

Las Mesas de luz para niños se han convertido en un indispensable a la hora de aportar recursos educativos. A los peques les vuelven locos y es un elemento que desarrolla todos sus sentidos.

Últimamente observo que se ha puesto muy de moda, aunque ya hace tiempo que existe. Así que quiero explicarte en qué consiste y qué podemos hacer con este juego.

¿Qué es una Mesa de luz para niños?

Para ser más concretos, es una superficie con una base luminosa en la cual los niños pueden realizar sus propias creaciones artísticas. Aporta la atracción de su luz, la cual dota a los objetos de nuevas dimensiones. Esto hace que los niños concentren su atención mientras manipulan y le invita a experimentar.

Las Mesas de luz para niños pueden normalmente son de forma rectangular, aunque pueden encontrarse diseños diferentes. La luz proviene de unos fluorescentes o leds que traspasan el material translúcido con el que está fabricada la superficie.

El color básico de la iluminación suele ser el blanco, pero están disponibles también modelos que cambian el color mediante un mando a distancia o botón.

Dos vertientes educativas

La idea de la Mesa de luz está basada en la disciplina educativa Reggio Emilia. Aunque en ocasiones se cree que pertenece a la pedagogía Montessori, esto no es del todo cierto. La confusión se debe principalmente a que estas dos vertientes educativas tienen muchos puntos en común y ambas utilizan las Mesas de luz para niños como recurso educativo.

Tanto la pedagogía de Montessori como la de Reggio Emilia son consideradas como disciplinas de la llamada Escuela Nueva. Es decir, son vertientes alternativas en contraposición con la escuela más tradicional.

En ambos casos, el centro de atención del aprendizaje es el niño, alrededor de él se construyen los recursos y actividades de enseñanza. Buscan educar al peque de una forma integral y completa. No sólo llenarle de conocimientos, sino también de valores.

Estas disciplinas utilizan sobre todo los sentidos como vía de conocimiento. Los estímulos sensoriales y la exploración de los pequeños permiten que aprendan al tiempo que experimentan.

¿Entonces qué diferencia ambos métodos?

Hay varios puntos que separan la pedagogía de Montessori de la de Reggio Emilia. El principal de ellos es que en el método Montessori hay un aspecto curricular definido desde el principio. Aborda diferentes áreas concretas, como las matemáticas, lenguaje, sensorial, vida práctica o cultura. Cosa que no ocurre con Reggio Emilia, el cual se basa únicamente en los intereses del niño.

También la forma de trabajar con los niños es diferente. Con el método Montessori, éstos se organizan individualmente. Mientras que según la disciplina Reggio Emilia deben colocarse por grupos pequeños durante las actividades.

Para Reggio Emilia el niño es el primer maestro, el ambiente el segundo y el profesor el tercero. El papel de maestro o tutor sería el de colaborador. Sin embargo, según Montessori el educador ha de guiar el aprendizaje de los niños, pero sin intervenir, de forma que favorezca su autonomía.

Se podría decir que la metodología Montessori potencia el enfoque científico, mientras que la de Reggio Emilia explora más la parte creativa.

Así pues, aunque tampoco es un tema que influya en los beneficios que aportan las Mesas de luz para niños, en realidad estas son más cercanas a la vertiente de Reggio Emilia.

Beneficios de las Mesas de luz para niños

Los primeros años de vida son una etapa crucial en la que se decide gran parte del destino de los seres humanos, puesto que es en la infancia cuando las personas son más permeables, de modo que los estímulos que reciben a una edad temprana tendrán un impacto mayor sobre su desarrollo.

Para ello los peques basan sus percepciones en sus sentidos, lo cual les posibilita el conocimiento de su entorno y la adaptación al mismo. Así que la educación sensorial es importantísima en el nivel educativo de la etapa infantil.

Ya en la teoría del desarrollo evolutivo de los niños elaborada por Piaget, se afirmaba que la capacidad de pensar de forma abstracta comienza a manifestarse en la adolescencia. Lo cual hace reflexionar sobre la importancia de que los peques experimenten y aprendan a través de sus sentidos. ¿No es más sencillo adquirir conocimientos mediante la propia práctica?

Estos son algunos de los beneficios de este recurso educativo

Mayores estímulos sensoriales: a partir del sentido de la vista y potenciando el resto de sentidos perceptivos. ♥Concentración y enfoque: dado su aspecto cautivador, la mesa de luz recoge de forma sublime la atención del pequeño en lo que está haciendo. ♥Relajación y tranquilidad: al trabajar con la mesa de luz en un ambiente de penumbra, conseguimos un ambiente relajado. ♥Efecto mágico: los niños pueden pasarse ratos y ratos experimentando y divirtiéndose observando los objetos desde otra perspectiva diferente y novedosa. ♥Favorece el juego libre y la creatividad: el niño imagina con todos los recursos que ponemos a su alcance para manipular en la mesa de luz.

¿Cómo utilizar las Mesas de luz?

Bueno, ya tenemos la mesa de luz... ¿y ahora qué? Pues mira, tan importante como la superficie luminosa es la forma de sacar el aprovechamiento de ella.

Para eso, la clave está en los recursos y objetos que utilicemos con ella. La elección de materiales en la mesa de luz es muy importante. Es una de las partes fundamentales para poder realizar actividades motivadoras. ¡Lo que hará que los niños se pongan manos a la obra jugando e investigando!

No es necesario gastar en materiales didácticos, más bien al contrario. Dando rienda suelta a tu imaginación encontrarás por casa muchos materiales realmente útiles para trabajar con las Mesas de luz para niños.

Ideas de materiales a emplear

  • Objetos translúcidos.
  • Letras y números.
  • Bandeja transparente o papel de film: para contener materiales líquidos u otros y evitar que la mesa de luz se estropee.
  • Bloques geométricos: lo ideal es que sean de un material, como el acetato, que deje pasar la luz a través de ellos.
  • Garbanzos, arroz, macarrones... que podemos colocar en bandejas sensoriales.
  • Arena o sémola, también colocada sobre un recipiente transparente.
  • Gelatina de colores dentro de bolsas herméticas.
  • Pegatinas o recortes con distintas formas.
  • Negativos de fotos o diapositivas, radiografías.
  • Telas, papel de celofán, papel cebolla...
  • Linternas, para dar efectos lumínicos.
  • Hojas y flores.
  • Azúcar o tiza de colores.
  • Témpera líquida fluorescente: para crear obras de arte con ayuda de la luz negra.
  • Trasvases de líquidos en recipientes de formas distintas.
  • Espejos para colocar de forma que se creen varias ilusiones ópticas.

Esto son sólo algunas ideas, pero las posibilidades son infinitas. El atrapar el interés del niño por la mesa de luz, como ves, depende mucho de nuestra forma de plantearle el juego.

Encontrarás un montón de recursos e ideas para utilizar con las Mesas de luz para niños. ¡Y otras te las puedes inventar probando y explorando!

¿Ya las habéis utilizado? Cuéntame en los comentarios qué te ha parecido como recurso educativo