Más discutible resulta asegurar que la instancia deportiva en la que Maradona hace el gol conlleva mayores dificultades que las que acarrea hacerle un gol al Getafe, que advertir las enormes diferencias que hay entre un gol y el otro desde el aspecto técnico. De cualquier manera mi propósito no es hablar de las diferencias entre un gol y el otro, sino, por el contrario, aumentar la colección de similitudes existentes entre Maradona y Messi, o bien recordar algunas jugadas parecidas.
En el partido del Barcelona contra la Real Sociedad por la liga, Messi hizo una jugada que después terminó en nada y que me recordó inmediatamente a un golazo que Maradona le hizo al Real Madrid jugando para el Barcelona. Cuando Messi gambetea al arquero y demora un tiempo que permite al arquero recuperar algunos metros, inmediatamente apareció en mi mente aquél gol del Diego, y me encontré haciendo fuerza para que Messi lo reprodujera. Otra vez será.
En el mismo partido, Messi volvió a sacudir la parte de mi memoria en la que están alojados los recuerdos futbolísticos, cuando al convertir el gol que terminó dándole el triunfo al Barcelona, me recordó a uno que le hizo Maradona en el 86 a Italia.
A su vez, el gol de Maradona siempre me recordó a uno que Houseman, casualmente, le convirtió también a Italia.
En realidad, para quienes no podemos más que poner el ojo en los detalles, advertiremos que todos estos goles o jugadas tienen más diferencias que similitudes. Lo trascendente es el funcionamiento de la memoria que por alguna razón golpea en el cerebro ante el estímulo de la imagen y selecciona los recuerdos de un modo tan preciso que terminan por hacer realidad algo que bien podría haber sido ficticio. Así como muchos aseguran erróneamente que el gol de Messi a Getafe es parecido al de Maradona a los ingleses, no hay quien me sacara de la cabeza que las otras jugadas que he mostrado se parecen también entre ellas.