“La imputación penal por defraudación que pesa sobre Mestre alcanza y sobra para que se vaya ya mismo del municipio. Las evidencias presentadas por el fiscal no son un rayo en cielo sereno; constituyen la confirmación de las denuncias por dádivas, que certifican la estrecha relación entre el ejecutivo municipal y Ersa y el manejo de fondos del transporte en la mesa de dinero ilegal CBI, que obligaron al Intendente a desprenderse de casi todo su gabinete. Para confirmarlas, solo basta ver los resultados: Ersa se ha quedado de hecho con el 75% del transporte público de la ciudad”, declaró Eduardo Salas, dirigente del Partido Obrero.
Salas continuó: “A la par que el transporte público se ha convertido en un padecimiento para los usuarios, con las bajas frecuencias, los colectivos en malas condiciones y un alto costo del boleto, es una caja negra y una fuente de negociados y corrupción que llena los bolsillos de empresarios y funcionarios. Hay que desarmar esta situación; reclamamos la apertura de los libros de todas las empresas y del municipio y la formación de una comisión investigadora independiente donde tengan un papel fundamental los trabajadores del transporte y los usuarios, representados por las asambleas vecinales”.
Para finalizar el dirigente del Frente de Izquierda señaló: “También debe investigarse la complicidad de De la Sota con este hecho, ya que según informan los medios estaba al tanto de la defraudación y decidió no intervenir”.
PARTIDO OBRERO DE CÓRDOBA en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores