Metal Gear Solid: Peace Walker. Análisis.

Publicado el 01 junio 2011 por Portalgameover

Metal Gear Solid: Peace Walker / Kojima Productions - Konami / PSP

Los productos de Kojima son una paradoja en si mismos… Se le perdonan sus fallos y se le castigan sus aciertos. Metal Gear 2 nunca salió de Japón. Metal Gear Solid 2 fue machacado. Metal Gear Solid 3 fue bastante ignorado. Y no hablemos de otros juegos fuera de la licencia Metal Gear: ¿Dónde está Zone of Enders 3? En el limbo de Shenmue 3, al parecer…

Pero, afortunadamente, Hideo es un diseñador que le echa huevos, que sigue haciendo lo que cree que es correcto. Y si hizo un mediocre MGS4 (sí, con un guión increíble, pero jugablemente mediocre), se puso las pilas para crear una secuela digna de la saga Solid, y no un producto a medio gas como ocurrió con Portable Ops.

Y a fe que lo han conseguido. La historia, la profundidad, el trabajo que hay detrás de MGS Peace Walker valen, por si mismas, para firmarse como 5ª parte de la saga Solid (u 8º juego canon de la serie). No en vano el equipo fue, más o menos, tan grande como el que desarrolló MGS4. Solo que aquél era para PS3 y este para una portátil.

Y ese es su problema.

Los Metal Gear siguen siempre la misma formula: te dejan en un área enemiga en la cual debes infiltrarte sin ser detectado y acabar con todo tipo de enemigos. En ese aspecto sigue siendo igual que sus precuelas. Pero, al igual que pasó con Portable Ops, las fases se han dividido en capítulos. Teóricamente es para que las partidas sean rápidas, como se espera en un juego de portátil, pero la realidad es que algunas de estas nos pueden llevar hasta casi una hora de partida.

Y eso es porque Peace Walker es un juego inmenso. Inmenso. Lleno de secretos, de detalles, de opciones, de estrategias, de técnicas de acecho, de sub-misiones, de modos extras, de un cooperativo muy completo, de escenarios, de humor, de huevos de pascua… Es un juego gigantesco. Y eso le va muy grande a una PSP.

Le va muy grande porque, reconozcámoslo, Kojima es muy detallista, pero no muy original. A grandes rasgos, sus guiones pasan por los mismos clichés. Y Peace Walker no se escapa. Pero eso no es el problema, sino la causa… El problema es que, para resolver la misma historia, necesita el mismo control. Y una PSP no puede jugarse igual que una Playstation 1, 2 ó 3.

"Tunel Carpiano" es un personaje secreto del juego. No tiene frecuencia, ni actor de doblaje ni te genera nuevas misiones, pero te acompañará a lo largo de toda la aventura. Siempre. Y, a veces, incluso después de haber apagado la consola.

Este problema de control, de falta de precisión, de resolución, hace que el juego se lastre mucho, que se ralentice en ocasiones. Y que resulte muy complejo, porque Kojima no se ha estado quieto a la hora de añadir opciones y más opciones. Demasiadas opciones. Hasta el punto que ha tenido que recurrir a un truco muy burdo a la hora de resolver los problemas: hacer más tontos a tus enemigos.

Sí. Como el control no es fiable, y la precisión es muy escasa, y la resolución en pantalla es baja, cuenta con todo tipo de ayudas y, como punto álgido, unos enemigos lentos a la hora de reaccionar y con un campo de visión muy limitado. De esa manera puedes quedarte quieto si les ha parecido ver algo, y te ignorarán. O puedes apuntar tranquilamente a la cabeza porque te dan tiempo de sobra para ello.

Pero todo lo que falla en el control, lo tiene de bueno en los demás aspectos: regresan las escenas de vídeo garabateadas, con ese estilo gráfico tan particular y que tan, tan bien le queda al juego. Añaden, además, acciones dentro de estas historias: No solo Quick Time Events, sino juegos de puntería o de búsqueda. Los gráficos 3D están muy bien realizados, con detalles como los enemigos que se camuflan entre la hierba para acecharte o poder distinguir visualmente las patrullas normales de las de refuerzo. Y además también destacan sus elementos como el armamento que llevan o si tienen algún refuerzo blindado como cascos en la cabeza. Elementos que afectan a la jugabilidad, por cierto.

Sus escenarios son grandes y detallados, con elementos que salen del área de juego pero que podemos interactuar igualmente. Y los enemigos pueden llegar a ser enormes. No en vano Metal Gear destaca por un armamento de ciencia ficción, y si algo gusta en este género son las máquinas enormes.

Lo acompaña una gran banda sonora aunque en la mayoría de misiones solo os fijaréis en el ambiente de fondo: vital para que no os sorprenda un enemigo al girar una esquina. Hablando del sonido: el juego trae una gran cantidad de personajes, todos con una gran personalidad y transfondo, pero por desgracia sus voces vuelven a venir en inglés. Algo inexcusable cuando vemos que el juego salió casi en la segunda década del siglo XXI y trae detrás una licencia de tanto prestigio y fuerza como Metal Gear.

Algunos de los personajes prometen dar mucho jugo en el futuro... y no todos los que aparecen tienen presencia física en el juego.

Os habréis fijado que me he centrado mucho en el aspecto técnico del juego. Y no es un error: no quiero chafaros nada del mismo. Porque Peace Walker es increíblemente profundo y no quiero estropearos ningún pequeño detalle. Y como se que muchos no lo han catado por ese miedo al juego de portátil, quiero daros la oportunidad de probarlo por vosotros mismos.

Porque no hay duda es que si eres fan de la saga Metal Gear has de jugar a este juego. Quedaos con lo que os digo: Es obligado. Su historia, sus eventos, sus ideas, su filosofía… Todo está ahí, es un Metal Gear con todas las de la ley. Eso no es ninguna novedad… Si eres fan de una saga, siempre, siempre, has de jugar a su secuela. Y más si se trata de un producto con la profundidad y simbología que tiene este. Pero eso no justifica su aprobación. Eso no es una carta blanca. Eso no es el “todo vale”.

Eso es lo que pasó con MGS4, un juego mediocre con una gran historia y un final imprescindible para los seguidores de Snake. Pero un juego mediocre, y eso es lo que se ha de valorar a la hora de dar una nota a un juego. Peace Walker es mucho, mucho, mucho mejor juego que Solid 4; pero, al igual que pasó con Starfox Command, un gran juego exige un gran control, y Peace Walker no lo tiene. Y eso es un lastre enorme. Enorme.

¡Esto, Kojima, esto! ¡Esto es lo que separa una obra maestra de una tortura física y mental!

Si los rumores son ciertos, si tenemos una versión PS3 con controles PS3, entonces podríamos hablar de un juegazo de imprescindible. Pero no se puede jugar con la PSP. Yo, como fan, solo he aguantado por su increíble ambientación, su increíble historia, y por esos pequeños detalles que vuelven a poner a Kojima como lo que es: uno de los mejores diseñadores de videojuegos. Pero mucha gente lo ha dejado a medias; otros ni siquiera han tenido valor para comenzarlo. ¡Caray, Portable Ops era más jugable precisamente porque era más simple!

No puede recompensarse una tortura de control con una buena nota. Por eso…

Puntuación: Del montón.

Escucha el análisis en el programa 423 de Game Over:

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