La última información meteorológica pronosticaba para hoy la llegada de una ola de frío “siberariano” que iba hundir las temperaturas por debajo de los cero grados, llegando incluso a los 20 ó 30 grados negativos en las cordilleras y montañas del norte de España. Y así ha sucedido en las cumbres. En Sevilla, como es natural, nos prevenimos con abrigos, bufandas, guantes y gorros, además de cargar con una botella de agua caliente para quitar la escarcha del parabrisas del coche, a la hora de salir a la calle. Y nos llevamos la sorpresa que hacía el mismo frío que ayer, un frío al que estamos acostumbrados en los inviernos por estas latitudes, sin que ningún carámbano “siberiano” colgara de los tejados.
No quiero decir que toda la información del tiempo sea espectacularmente exagerada o peque de un exceso de datos y explicaciones, pero la que se ofrece por los medios audiovisuales sí tiende, generalmente, a cometer ese pecado. Espacios meteorológicos que duran más de un cuarto de hora para saber si mañana estará nublado o hará un día radiante. Mira qué fácil.