Metodi, herido al pasar

Publicado el 17 octubre 2015 por Manuelsegura @manuelsegura

Metodi Kirilov llegó a Murcia de su Bulgaria natal con el nuevo siglo. Allí había estudiado música en el conservatorio y dirigido una orquesta durante tres décadas. Con ella viajó por Europa. Tras la caída del Muro de Berlín, los países satélites de la antigua URSS también se derrumbaron. Muchos de sus habitantes hicieron sus maletas rumbo a lo desconocido. Metodi eligió España y, en concreto, Murcia. Primero se instaló con su acordeón en la plaza del Cardenal Belluga, ese rincón florentino que tanto encandila a los turistas hasta aquí llegados. Luego, ya con dos de sus hijos, al violín y al órgano, optó por la plaza de la Cruz, también en los alrededores de la catedral, junto a los soportales, y después por la concurrida Trapería. Su grupo toca de todo, pero lo clásico, y en especial el tango, lo borda. A sus 60 años, Metodi, que dice diferenciarse de otros músicos que tocan en la calle, sabe leer una partitura y mantiene una prole en la que hay nietos que van a la escuela, ya que la educación es fundamental para su concepto de vida.

El otro día, al salir de un supermercado cercano a su casa, un individuo joven le exigió dinero. Lo empotró contra la pared y lo amenazó. Metodi se negó y comenzaron a discutir. El pedigüeño esgrimió un cuchillo y le asestó dos puñaladas al músico, que le afectaron al cuello y abdomen. Volvió a entrar al comercio ensangrentado y se desplomó ante la mirada atónita de los empleados y clientes. El agresor huyó, siendo detenido por la policía, horas después, en una localidad de la costa. A Metodi lo evacuaron al hospital con pronóstico reservado. Lo intervinieron de inmediato. Felizmente se recupera de la agresión y es previsible que pronto lo volvamos a ver, asido a su inseparable acordeón rojo, interpretando como nunca esa delicia gardeliana que esPor una cabeza’, y que en una de sus estrofas expresa aquello de que “Pero si un mirar / me hiere al pasar…”. Eso, al menos, es lo que espero y deseo al recordarlo.