Joh Fredersen, el padre y Amo de la gran ciudad-máquina nombrada Metrópolis, poseedor de una voluntad poderosa y concentrada; Freder, su hijo; María, una hermosa joven habitante de la ciudad subterránea, la “Ciudad de los Muertos”, sobre la que se alza Metrópolis y sus excesos; una multitud de obreros engañada, ebria y ávida de destrucción; Rotwang, el gran inventor de máquinas y procesos, y su sofisticado instrumento compuesto de vidrio y metal, una andreida, a la que nombra “Futura” “Parodia” o “Engaño”, son los engranajes principales de esta novela.
Así, adquieren significado las palabras pensadas por Joh luego de ver realizados sus planes: “Vosotros sufristeis y fuisteis redimidos por el sufrimiento. Así alcanzasteis la felicidad. ¿Vale la pena sufrir? Sí”, palabras que cualquier führer asumiría plácidamente, mientras que la multitud, luego de ver truncada su voluntad de destruir el sufrido mundo que conocía, reanuda su trabajo nuevamente.
William Ospina MejíaLibélula Libros